Ésta fue la respuesta que dio Sylvia Plath cuando le preguntaron por qué escribía. La única respuesta que puede dar quien se ve abocado a la literatura como tabla de salvación. Tabla que a la autora norteamericana, de exacerbada sensibilidad, no logró sostener tampoco.
¿Preguntas por qué me paso la vida escribiendo?
¿Y si me divierte hacerlo?
¿Si vale la pena?
¿Y, sobre todo, si es lucrativo?
Si no, ¿qué otra razón puede haber?
Escribo tan sólo
Porque hay una voz en mi interior
Que no se callará nunca.
Creo que Sylvia Plath interpreta a más de alguno de los que nos dedicamos a escribir. ¿Por qué escribo yo? Porque me hace sentir más viva. Al otorgarle palabras a las historias que nacen en algún rincón de mí, se activa una fuerza revitalizante que me estremece el espíritu y al igual que cualquier adicto, necesito volver a vivir esa experiencia.
Y tú, Antonio? Por qué escribes?
Los textos que aparecen en Antología no están escogidos al azar. En principio, pensé titular esta categoría «Radiografía poética», pero consideré que era mejor ampliar el panorama y dar cabida a más tipos de textos.
Me preguntas por qué escribo. Pues «porque hay una voz en mi interior que no se callará nunca».
Porque descubrí la lectura y la escritura de niño y a ellas sigo agarrado como una tabla de salvación que, al contrario que a Sylvia Plath, gracias a Dios, me sigue sosteniendo.
Porque me acuerdo, con pocos años, de estar sentado en la falda de mi abuela mientras ella me leía un libro, que resultó ser el Quijote, en una edición muy deteriorada.
Porque sobreviene un impulso creador o sientes la necesidad de dar una respuesta creativa, y la literatura es el cauce que se me ofrece, pues, ni aunque para ella esté dotado, para otras parcelas artísticas soy un cero a la izquierda.
Porque, como tú señalas, me hace sentir más vivo, o simplemente vivo, que no es poco.
Porque el esfuerzo que me supone escribir, me compensa, me hace sentirme en paz y reconciliado conmigo mismo. Y cuando salgo a la calle, me noto más ligero.
En España son las doce de la noche, y aunque en Chile sea de día, te deseo felices sueños.