XI
Ciertamente era un asno, como tal rebuznaba.
Encogía los brazos,
enseñaba los dientes y soltaba un rebuzno.
No se puede decir que diera gusto verlo.
Narices palpitantes, húmedas, aplastadas,
frente y cara alargadas,
ojos inexpresivos de bestia resignada,
tenía en la barbilla cuatro pelos y medio.
Lo que se dice hablar, hilvanar una frase
o saber comportarse
eran cosas ajenas a este garañón,
no tenían que ver con su naturaleza.
A pesar de las coces,
de las locas carreras, de las ventosidades,
no era ningún peligro.
Era sólo un castigo.

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Genial. Aplauso largo y de pie, maestro. Tan disfrutable la lectura de cada entrega de tu bestiario. Este poemario está saliéndote bordadito, bardo.
Lieber Antonio, ich umarme dich.
Gracias, Ernesto. Es para mí una gran satisfacción que alguien de tu talento y sensibilidad esté disfrutando de este poemario. De este bestiario que es un balance interior y exterior, un chequeo existencial, que se quiere honesto y liberador.
Un abrazo. Que tengas una fantástica semana.
La analogía que manejas hábilmente en las descripciones de tu Bestiario hace ver claramente lo brutal que pueden resultar las similitudes en los rasgos y comportamiento entre el ser humano y el reino animal, cuyas brechas se acortan.
No obstante, la comparación de un asno, siendo un animal que proyecta nobleza, junto a un garañón gesticulador resulta un castigo a la belleza global de aquel ciertamente.
Hubo un error al dejar mi comentario, espero lo elimines del lugar equivocado.
Saludos cordiales.
El reino animal ha proporcionado siempre modelos e inspiración a la hora de tratar a los humanos y su no santo comportamiento. Ahí tenemos las fábulas de Esopo o los cuentos de Calila y Dimna, entre otros ilustres ejemplos.
Espero que el proceso de humanización no se invierta y se transforme en un proceso de animalización. Aunque, cuando uno mira a su alrededor, sobrevienen las dudas y uno se siente tentado de hacer suyo y llevar a la práctica este canto de Walt Whitman: «Creo que podría retornar y vivir con los animales» (en versión de León Felipe)
http://www.sifuerapoeta.com/5103–walt-whitman–32-creo-que-podria-volverme-a-vivir-con-los-animales.HTML
En el caso de este poema, es evidente que, en la comparación, quien sale perdiendo es el asno. Por las razones que tú aduces, no merece ser rebajado de esa manera.
Eliminado queda el comentario del post equivocado. Cordialmente.
Gracias por corregir y por compartir el poema de Walt Whitman. Aunque no he encontrado la página del enlace que has dejado, lo tomo en cuenta para revisarlo después.
Tengo por costumbre corregir los comentarios (ortografía, acentos, signos de puntuación). Al contenido no le toco naturalmente. Me tomo esa libertad que espero no te haya molestado. No es mi intención dar lecciones. Nada más lejos de mi mente.
El enlace, en efecto, no remite al sitio deseado. He comprobado que pone: «Error. La página solicitada no existe».
Se trata del poema 32 del «Canto a mí mismo». Te dejo un nuevo enlace. En esa página hay una selección que incluye ese poema en la versión de León Felipe.
http://www.arquitrave.com/poetas/Walt_Whitman/Waltpoemas.htm
Saludos cordiales.
Se agradece tu amabilidad por compartir de nuevo otro enlace. Me ha regocijado mucho leer parte del poemario de Whitman.
Tus correcciones son bienvenidas, indudablemente ayudan a mejorar,.
Coordialmente..