XII
Oh tiempo de desastres, de profundo clamor,
de no saber adónde dirigir la mirada,
flotando en el vacío como globos que escapan,
remontándose lejos, el viento se los lleva,
se los traga el espacio azul, el infinito,
como globos o pompas de jabón transparentes,
se irisan un momento, tras el breve milagro,
explotan, se deshacen
Esta huida perenne, esta fuga imparable,
hemorragia que nadie sospechaba siquiera,
se producía por las ventanas abiertas
cuando hacía buen tiempo
Oh qué linda escapada,
estrellas de colores moteaban los cielos,
puntos rojos, violetas, puntos verdes, añil,
amarillos, turquesas, naranjados, marfil

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Me encanta tu bestiario, ya te lo he dicho. Este ha sido, de entre todos, el que más me ha causado ambigüedad, precisamente por la belleza de la imagen de los globos volando y por lo terrible que es ir a la deriva, subiendo sin parar hasta explotar, solo, allá lejos donde sin importar el estallido nadie escuchará. Es una imagen bella, a la distancia, como la luz de las estrellas que vemos por la noche, que en realidad no son más que astros que se consumen, que explotan, que mueren, y que se reutilizan. Triste, y hermoso.
Es un poema, a pesar de estar escrito en versos alejandrinos, bastante libre. Un poema en el que la mano escribiente prima sobre la cabeza pensante. Un poema que responde a impulsos internos a los que se subordinan la lógica y los signos de puntuación.
Las imágenes, como la de los globos perdiéndose en el cielo, son prioritarias. De hecho, son el continente y el contenido de esta composición.
Has captado bien esa imagen, la de los globos, y la has interpretado justamente. La conclusión es la que tú sacas: «triste y hermoso».
¡Que nunca falten las estrellas! …alumbran el camino. Intentaré quedarme con un globo y una estrella por pocos minutos, luego debo dejarles libres para que se eleven a lo más alto. Nos dejas siempre sin palabras que decir Antonio, una impecable descripción de una «Cierta Verdad» que se convierte en Auténtica Realidad. Hermoso y emocionante poema. Un Abrazo.
El cielo estrellado es tal vez el espectáculo más grandioso que existe. En este poema, que habla de desastres y escapadas, las estrellas son globos de colores que ascienden y tachonan la bóveda celeste.
Gracias por tu comentario. Que tengas una feliz jornada.
El universo tan ordenado, intimidante y con un número infinito de estrellas fulgurantes, efimeras; embullidas unas, haciendo exploción otras.
El firmamento, el espectáculo más grande asequible cada anochecer.
Saludos cordiales.
Este poema tiene un lirismo exquisito, Antonio querido. ¡Qué hermosa canción! Las imágenes, la adjetivación, las metáforas, la versificación… lograste un todo redondo, perfecto y que no pierde ni sencillez ni frescura, aunque es claro lo difícil que es lograrlo.
Aplauso de pie, maestro.
Te abrazo con gran afecto y toda mi admiración, bardo.
Para mí es muy gratificante que aprecies mi trabajo literario, y todavía más lo es contar con tu amistad.
Recuerdo bien cuándo escribí este poema. Fue en verano, una calurosa tarde estival.
Esta composición, esta canción, como tú la llamas, es más fruto de la espontaneidad, incluso de cierto automatismo, de un impulso interno, de una necesidad, que de cálculo alguno (sea métrico, léxico, sintáctico u otro).
Quería escribir algo ilógico, absurdo, pero con el suficiente «pathos» para imponerse a la falta de sentido. Un gran abrazo, Ernesto.
Pues el experimento resultó precioso y con mucho significado.
Te abrazo fraternalmente, Antonio.
melancólico y hermoso.