Dondequiera que estés,
espero que te alcancen
estas pocas palabras
que en tu búsqueda parten.
Dondequiera que estés:
en el séptimo cielo,
en el fondo del mar
en la línea del viento,
espero que te alcance
este breve mensaje:
la tierra titubea,
no hay cobijo ni anclaje.
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Es un poema conciso, tajante y certero.
LLega un momento en la vida en el que te haces consciente de lo que importa y de quien eres realmente, y se te presenta tal cual es la realidad. Entonces, ya no puedes mirar para otro lado, tienes que dar testimonio de quien eres a través de tus opiniones y, sobre todo, de tu forma de actuar, que por otro lado, es lo que más importa.
Me ha gustado mucho.
Por supuesto, somos lo que hacemos, no lo que decimos. Y sí, llega un momento en que uno debe enfrentarse a sí mismo y al gran misterio que es la vida.
Me alegro de que te haya gustado.
Para mí es un poema de amor. «Se canta lo que se pierde» que diría Machado, y esa ausencia hace que el mundo se abra a tus pies.
Es un poema breve y de gran sencillez, capaz de transmitir, sin embargo, un fuerte sentimiento de nostalgia y desamparo (preciosos los dos últimos versos).
Anoche, antes de acostarme lei tu comentario. Me hubiese gustado responderte, pero no se me ocurría nada. Bueno, me dije, voy a dejarlo para mañana. Y aquí estoy: de tu comentario al poema, y del poema a tu comentario, tratando de desentrañar la correspondencia entre uno y otro.
Ese amor y esa nostalgia de que hablas están implícitos en el poema, que es una llamada.
Estos versos me traen a la memoria otro de Rumi, que ya utilicé como entrada de un relato («El camino de regreso»):
«Cualquiera que es separado de sus raíces ansía volver a ellas».
Que tengas un buen día.
Tu poema me recuerda a ese sentimiento que alguna vez he tenido, cuando he asumido la partida de alguien y desde el lugar en que me encuentro dedico lo mejor de mi… es un momento único en el que se asume y ya no se sufre, pues viene la aceptación.
Muy bello…
Tus líneas y ese sentimiento del que hablas son también muy bellos. De tu comentario me quedo con lo que a mí me parece la clave de una experiencia de separación, cualquiera que sea.
Es una palabra que no goza de mucha popularidad, pero que es fundamental para seguir viviendo: aceptación.