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Detenerse y templar,
eso es lo que hay que hacer.
Detenerse a pie firme,
dar un buen capotazo
y esperar a que el toro
embista nuevamente.
La vida es un morlaco
mirándonos de frente.
[Vivir no es otra cosa]
marzo 2, 2012 por Antonio Pavón Leal
Para adquirir la templanza si se es impaciente se necesita de tiempo, no se adquiere en cuestión de días, lo importante es que se consigue, es una gran virtud, y sí como tan magníficamente describes Antonio la vida es un morlaco. Una vez me encontré con un blog de un autor conferenciante internacional y con el tiempo observé que eran tonterías lo que predicaba…la vida no es tan sencilla, es mejor ser modestos y no intentar engañar a las personas…
Tener temple es lo más importante. ¡Con qué facilidad en la vida y en las relaciones humanas nos dejamos llevar por los demonios, perdemos los papeles o nos deprimimos!
Como dices, hace falta tiempo y determinación para aprender el «ars vivendi» o el «ars moriendi», depende desde qué ángulo se mire.
Este poema ha salido bastante taurino. Ese mundo suministra excelentes metáforas. Tal vez la vida no sea siempre un imponente morlaco, pero ciertamente hay que saber torear.