Este poema de Han Yu, citado por Octavio Paz en uno de sus lúcidos artículos, constituye una de las mejores exposiciones del significado de la literatura, de su origen y de su finalidad.
La clave del nacimiento de la palabra literaria aparece en la última estrofa (según la arbitraria división realizada por este glosador), que es la conclusión de este breve y denso tratado poético.
La ruptura del equilibrio provoca en cualquier ser la emergencia del sonido o de la voz. En el caso del hombre, la pérdida de la armonía convierte a los elegidos por el cielo en arpas cuya melodía resuena en un intento de recomponer el mundo con la belleza de sus acordes.
Los árboles y las hierbas son silenciosos;
el viento los agita y resuenan.
El agua está callada;
el aire la mueve y resuena.
Las olas mugen: algo las oprime.
La cascada se precipita: le falta el suelo.
El lago hierve: algo lo calienta.
Son muchos los metales y las piedras,
pero si algo los golpea, resuenan.
Así el hombre:
si habla, es porque no puede contenerse.
Si se emociona, canta.
Si sufre, se lamenta.
El más perfecto de los sonidos
es la palabra.
La literatura
es la forma más perfecta de la palabra.
Así,
cuando el equilibrio se rompe,
el cielo escoge entre los hombres
a aquellos que son más sensibles
y los hace resonar.


Me gusta! Empiezo a pensar en la ruptura del equilibrio no como algo malo, sino como la sal que da sabor a la vida. Imagina como sería un mundo donde todos los seres humanos convivieran en una armonía perfecta, y fueran de un lado a otro deambulando en silencio, sin hablar los unos con los otros porque no tendrían necesidad; sería una aburrida perfección! 😀
Esa visión que tienes de la armonía es desazonadora. Más bien es la apoteosis de la monotonía y del automatismo.
Creo que Han Yu se refiere a otra cosa. Cuando se produce una injusticia, un acto de maldad, cuando alguien asesta una puñalada trapera, el equilibrio se rompe. Es entonces cuando se levantan las voces de los elegidos, cuyo fin es restituir la armonía, que no consiste en que todos estemos con el pico cerrado sino en acatar el imperio de la bondad, la belleza y la verdad.
Por lo demás, estar calladitos no es mala idea. 🙂
Qué bello el poema, qué profundo el sentido de literatura el que entrega… me siento conmovida, será que el cielo nos hace resonar?
No te quepa la menor duda.
» De lo más hermosamente inteligente que he leído», queda muy evidente aunque muchos no lo crean que «El Cielo sabe elegir…», y no se equivoca.
Como señalo en la presentación, este poema es un breve y denso tratado que expone el porqué y el para qué de la palabra en sus diferentes variantes: canto, lamento, grito, exhortación…
Aunque es verdad que, en mayor o menor medida, todos, según creo, resonamos, algunos, los elegidos por el Cielo, vibran de forma particularmente armoniosa, destellan con singular lucidez.