La acogí hace mucho tiempo, cuando era pequeña. Me pareció un animalito con cierto encanto a pesar de su doble hilera de dientes arriba y abajo, sus orejas de contorno irregular y su mirada oblicua.
Hubo una cosa que desde el principio no me gustó, aparte de su pelaje más bien áspero aunque no fueran cerdas. Tenía hambre permanentemente.
Si no le daba de comer, sus quejidos y sus gruñidos me impedían dormir o concentrarme en lo que estuviera haciendo.
Si la tenía bien alimentada, no paraba de crecer.
De aquel gatito que me tocó una fibra sensible no queda nada. Se ha convertido en una señora fiera cuyos ojos extraviados y cuyos dientes superpuestos de los que cae un hilo de baba, espeluznan.
Vivo atrapado en un dilema. Si no sacio su voraz apetito, sus rugidos y su agitación invaden la casa, que recorre sin descanso de un extremo al otro, entrando y saliendo de todas las habitaciones.
Si para conseguir la paz le lleno el plato, que ya es tan grande como una jofaina, apuntalo su prepotencia.
Nunca fue un animal lindo. Lo vi abandonado y lo recogí. No recuerdo que me diera pena ni que me pareciera gracioso. Sólo le encontré un atractivo peculiar. Fue una decisión que tomé en un momento de debilidad e inconsciencia. Fue un gran error.
Mi casa se ha convertido en un infierno y la fiera en el ama. No recibo visitas pues no las tolera. Ella tiene que ser la primera, el centro, el objeto de atención. Se comporta como si sólo ella existiera en el mundo.
Asfixiado por su tiranía, no hago más que preguntarme: ¿cómo puedo librarme de esa fiera?
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
jajajaj, genial la historia de la fiera, mi pregunta es Antonio ¿ a qué fiera te refieres?, simpático artículo, me encanta, se puede tomar por doble sentido. NO diré nada más, dejo esta fascinante escena…» La fiera de mi Niña».
Es un relato fantástico que a mí me hace castañear los dientes. Esa fiera es un animal de mirada aviesa, con doble hilera de dientes.
Un animalito recogido en un momento de debilidad o blandenguería que más tarde se paga caro.
Convivir con esa fiera permanentemente hambrienta no tiene nada de divertido. No tiene nada que ver con la hilarante escena de Howard Hawks.
se refiere a una fiera felina?o es más un tipo de perro salvaje, como un lobo o coyote?
me encanto su relato, pero me tiene dudando
No es una animal real sino más bien infernal, un engendro mitológico que participa de las características del perro y del gato. Un híbrido voraz que no da compañía, aunque al principio pudiera creerse, sino horror, cada vez más cuanto más crece.
Gracias por tu comentario. Saludos cordiales.