17.-La realidad es todo. Lo abarca todo: lo de dentro, lo de fuera, lo de arriba y lo de abajo. A menudo confundimos lo real con lo práctico y desechamos lo demás calificándolo de fantasioso. Incluso las quimeras forman parte de la realidad. El riesgo que corre el individuo consiste en no ser consciente de su mortífera naturaleza.
Nada queda excluido de ese ámbito general que llamamos realidad, la cual engloba los sueños y el arduo día a día. Sólo desde un punto de vista teórico o pedagógico la dividimos o separamos en diversas parcelas y elementos, y valoramos unos y menospreciamos otros, llegando incluso a negarles la carta de ciudadanía.
¿Los sueños no son reales pero las cuentas corrientes sí? ¿Los paseos solitarios son una pérdida de tiempo y las gestiones burocráticas no? ¿El tiempo, se haga lo que se haga, no pasa igualmente?
Los sueños son un laboratorio donde no se siguen las reglas de la lógica. Actúan como motores y aportan soluciones inesperadas, salidas imprevistas a problemas artísticos, científicos o humanos.
Los sueños también mueren, o se quedan obsoletos, o se convierten en un estorbo. Ocurre, con más frecuencia de la que creemos, que se hacen realidad y quedan al descubierto sus virtudes y sus defectos. Defectos que tal vez habíamos subestimado o ni siquiera visto.
Hay que soñar entonces nuevos sueños o reorganizar los viejos, porque los sueños, queda dicho, son un motor y un “think tank”. Todos los seres humanos soñamos, unos más y otro menos. Si alguien no lo hace es porque ha dejado de ser humano, porque se ha convertido en un autómata, en un robot, en un cíborg.
Los sueños compartidos por muchas personas adquieren una dimensión social. Esos sueños colectivos tienen la peligrosa capacidad de absorber a quienes no los comparten. Este albur está excluido de los sueños individuales que sólo afectan a sus forjadores.

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¿Podemos animar a Davide para hacer un blog con preguntas? 🙂
Saludos, un placer leerte.
Es una idea que aquí queda expuesta. Ahora es cuestión de que él recoja el guante. Puedo dar fe, por nuestra correspondencia privada, que Davide escribe bien en francés y en español. Supongo que en inglés también. Y en su propia lengua, el italiano, qué puedo decir.
Él ha colaborado en blogs. Si no está muy ocupado con sus estudios, yo también lo animo a crear uno, del que yo seré un seguidor.
Saludos cordiales.
Soñemos!
Si no queremo embrutecernos. La capacidad de soñar, junto con la de razonar, es lo que nos diferencia de los animales.