Mientras viene la inspiración,
me distraigo observando
por la ventana
el vuelo de los pájaros.
No sopla una gota de viento,
las hojas de los árboles
quietas están.
Para pasar el tiempo
escribo alguna cosa,
adopto una actitud
pensativa, me rasco.
Mientras viene la inspiración,
se puede respirar,
embriagar la mirada
en la luz vespertina,
escuchar a los pájaros
trinando enloquecidos.

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Tengo el placer de comunicarte que te he nominado para » El premio Dardos».
Síguelo en http://juliaojidos.wordpress.com/
Muchas gracias, Julia. Es un honor que te hayas acordado de El Bosque Silencioso.
Mientras esperas que venga la inspiración, ya ha venido. 😉
Beso!
La inspiración es muy suya. Cuando piensas que no está, ya ha llegado, y cuando crees que te hace compañía, se encuentra a kilómetros de distancia. Un abrazo.
Hermosísima pieza, Antonio, que la inspiración no ha hecho falta, cher ami. Abrazo grande.
Muchas gracias, amigo Ernesto. A veces basta una actitud receptiva, más que pensativa, para que la poesía, como por encanto, se haga presente. Un abrazo.
Mientras viene la inspiración o las musas, el escritor portugués Vasco Graca Moura habla de una forma muy bonita de ellas, genial Señor, la escritura portuguesa es mágica, ¡madre mía de dónde sacaran esos pensamientos tan impactantes!, tu lo has descrito de manera sencilla y certera Antonio, hermosa, me ha encantado: » adopto una actitud pensativa, me rasco.», algo barojiano y galdosiano me ha sonado. A mí me inspira la música sobre todo Arvo Part y su Spiegel an spiegel.
Me siento halagado por esas reminiscencias barojianas y galdosianas que has encontrado en el poema. Baroja fue uno de mis escritores favoritos durante mis años universitarios. No te voy a decir, porque sería mentir, que he leído sus obras completas, pero sí una buena parte. En cuanto a Pérez Galdós, es otro referente literario.
A Vasco Graca Moura no lo conozco. Trataré de llenar esa laguna.
Y muchas gracias por la música de Arvo Pärt, al que escucho como debe hacerse: religiosamente.
Te dejo a mi vez el enlace de una de las obras suyas que más me inspiran, aunque estoy seguro de que la conoces:
¿ Qué tendrá Arvo y Ennio Morricone, verdad?, lo enigmáticamente maravilloso e indescriptible quizás, pero hermoso y cautivador.
Buena descripción de la música de ambos compositores. El minimalismo de Pärt unido a su «pathos» religioso me resultan especialmente cautivadores.