Tal vez en un recodo te asalte la verdad
como una partida de rudos bandoleros
que aparecen de pronto en mitad del camino
y apuntando el trabuco al pecho del viajero
lo despojan de todo y lo dejan en cueros
Aterido temblando frente a frente a tu suerte
en algún descampado así podrías verte
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El bosque silencioso 
Me ha pasado en sueños.
Los sueños tienen un valor simbólico. En este sentido son son reales. Este poema expone un temor (quizá también un deseo) que a todos probablemente nos ha asaltado alguna vez: enfrentrarnos a nuestra verdad. Preciso más: enfrentarnos a la verdad.
No suele ocurrir sólo en sueños sino en una verdadera realidad, con cuántas sorpresas se topan algunas personas con los propios familiares…sorpresas que da la vida y encontradas piedras a lo largo del camino. Impresionante poema, Antonio, muy certero. La verdad asalta y te deja desprovisto…
En el momento más inesperado te ves confrontado a situaciones que son aldabonazos en tu conciencia.
La verdad no se anda con paños calientes. Si se anduviera, no lo sería. Te asalta y, si no en cueros, te deja, como tú señalas, desprovisto de algunas prendas de abrigo. Doy fe de ello por una experiencia reciente.