A las encinas les tengo un gran cariño. Me recuerdan los paisajes extremeños, de donde proviene mi familia. Un saludo cordial y gracias por alegrarnos el día con tus estupendas fotos.
Gracias a ti, Augusto, por tu comentario. Comparto tu cariño por estos recios árboles que forman parte de los paisajes andaluces y extremeños, los cuales son muy parecidos, sin diferencias notables, una continuidad unos de otros. Por no decir iguales y acabo antes. No es extraño que esta encina te haya evocar el lugar de origen de tu familia. Un abrazo.
No me extraña que esta encina te los haya recordado
Atinada y poética descripción. Es, en efecto, como si la encina abriera sus ramas en un gesto de adoración o agradecimiento. En un despliegue completo para absorber el máximo de energía solar, de esa luz que ilumina sus hojas por el lado izquierdo. En un impulso ascendente, de volar hacia lo alto. Buen fin de semana.
Usted lo ha descrito mejor que yo, Señor Pavón, el impulso ascendente de volar hacia lo alto, ¡ qué maravilla!, Buen fin de semana le deseo. Por cierto, precioso título el de su blog, a Mahler le encantaba el bosque.
A las encinas les tengo un gran cariño. Me recuerdan los paisajes extremeños, de donde proviene mi familia. Un saludo cordial y gracias por alegrarnos el día con tus estupendas fotos.
Gracias a ti, Augusto, por tu comentario. Comparto tu cariño por estos recios árboles que forman parte de los paisajes andaluces y extremeños, los cuales son muy parecidos, sin diferencias notables, una continuidad unos de otros. Por no decir iguales y acabo antes. No es extraño que esta encina te haya evocar el lugar de origen de tu familia. Un abrazo.
No me extraña que esta encina te los haya recordado
Te he nominado para el PREMIO VERY INSPIRING BLOGGER (VERSIÓN CHANGUITO-FLOWER).
¡Enhorabuena!
https://angelosuniverse.wordpress.com/2015/03/13/premio-very-inspiring-blogger-version-changuito-flower/
Muchas gracias, Daniel, por otorgar a El Bosque Silencioso este premio que alegra y enorgullece a su autor. Saludos cordiales.
Bonita imagen pareciera como si la encina tuviese muchos brazos para abarcar el Universo.
Atinada y poética descripción. Es, en efecto, como si la encina abriera sus ramas en un gesto de adoración o agradecimiento. En un despliegue completo para absorber el máximo de energía solar, de esa luz que ilumina sus hojas por el lado izquierdo. En un impulso ascendente, de volar hacia lo alto. Buen fin de semana.
Usted lo ha descrito mejor que yo, Señor Pavón, el impulso ascendente de volar hacia lo alto, ¡ qué maravilla!, Buen fin de semana le deseo. Por cierto, precioso título el de su blog, a Mahler le encantaba el bosque.
A mí me encanta también andar por el bosque o el campo. Y la música de Mahler.
https://elbosquesilencioso.com/2014/12/12/gustav-mahler-sinfonia-no-5-adagietto/