XXII
Antes de abandonar este innoble museo,
es preciso pasar por la postrera sala.
Bien quisiera evitar esta visita y dar
aquí por acabado este abyecto muestrario.
Mas para ver la luz y respirar el aire,
para salir al fin de este dédalo oscuro,
refugio de fantasmas, madriguera de endriagos,
vivero de murciélagos, escondrijo de ratas,
lugar de voces y ecos resonando sin tregua
como una maldición, sentina, lupanar,
submundo, pandemónium, por aquí hay que pasar.

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Como una especie de catársis, para volver a la luz, querido frater.
Abrazobesos muy afectuosos, Antonio.
De eso se trata: de ver de nuevo la luz y de respirar el aire limpio. ¿No es ése el sentido de las purificaciones?
Pero la ceremonia no ha acabado todavía…aunque no queda mucho. Un abrazo.
¿El bestiario se acerca a su final?
Sí, entramos en la recta final. Quedan cinco poemas y el epílogo.
Una pena. Tu bestiario es la sección que más me gusta, aunque será para bien. Cerrar ciclos es necesario.
Así es. Cerrar ciclos y hacer limpieza son tareas ineludibles si queremos seguir caminando. Saludos cordiales.