En este tórrido verano andaluz, ¿quién puede rechazar la invitación de la encina de sentarse a su fresca sombra? Más que una descortesía sería una necedad.
A los árboles les encanta contar historias y recitar poemas. Para escucharlos basta con prestar atención al ruido del viento en el follaje. Ahí se encuentra el origen de la creatividad, ahí reside la inspiración.
En nombre de la encina y en el mío propio, gracias por este Blue de Medianoche.
Gracias a Ti Antonio por tu amabilidad. A veces se escucha en el silencio susurrante del día, en otras ocasiones de la noche el silbido de la gaita, y se entremezclan los perfumes de las flores para atender a nuestros inquietos sueños.
¡ Y de pronto esa rama que nos abraza sin darnos cuenta queriendo despertarnos de la llamada, de una llamada distinta y centelleante del infinito amor!
Y por ahí escucho el concierto de Aranjuez. Nunca en mi vida he estado de picnic bajo una encina escuchando el concierto de Aranjuez, así a la vez. Yo creo que si lo escuchase un atardecer así… me saltarían las lágrimas y nunca lo olvidaría. Quizá no, pero ese concierto siempre me pone sensible. Sí, muy bellas fotos. Preciosas.
De la música hay que darle las gracias a Teresa por su siempre atinada elección, no sólo de las composiciones musicales sino también de los episodios cinematográficos.
Hay que tener escasa o nula sensibilidad para no conmoverse escuchando el Concierto de Aranjuez. Un abrazo.
Un único destino con dos caminos bien diferenciados.
Dos brazos robustos que sostienen una frondosa copa.
» Entreclaridades de nostalgias».
Bonita canción que trae muchos recuerdos.
» Los pasos olvidados buscaron nuestro encuentro y asomados anunciaron otras nuevas».
¡Está bien Señora Encina me sentaré bajo su copa, no la haré esperar más!
En este tórrido verano andaluz, ¿quién puede rechazar la invitación de la encina de sentarse a su fresca sombra? Más que una descortesía sería una necedad.
Sentados bajo esta encina, podríamos llevarnos tiempo…
escribiendo poemas, siempre quedan por inventar
y siempre quedan sensaciones por amar.
Escribiendo, leyendo, soñando, dejando pasar el tiempo, olvidando, estando.
Excelentes fotos…. Las copas de las encinas parecen estar colmadas de recuerdos… Me encantaron!. Un abrazo Aquileana ⭐
Seguramente lo están. Son encinas centenarias. Un abrazo.
A esta amable y acogedora encina le dejaré esta música.
¡Que interesada es esta Teresa, le regala esta música a la encina para que ésta le siga contando viejas historias!
A los árboles les encanta contar historias y recitar poemas. Para escucharlos basta con prestar atención al ruido del viento en el follaje. Ahí se encuentra el origen de la creatividad, ahí reside la inspiración.
En nombre de la encina y en el mío propio, gracias por este Blue de Medianoche.
Gracias a Ti Antonio por tu amabilidad. A veces se escucha en el silencio susurrante del día, en otras ocasiones de la noche el silbido de la gaita, y se entremezclan los perfumes de las flores para atender a nuestros inquietos sueños.
¡ Y de pronto esa rama que nos abraza sin darnos cuenta queriendo despertarnos de la llamada, de una llamada distinta y centelleante del infinito amor!
Un abrazo, Antonio.
¡Con esta música se traspasa los muros o barrotes de una cárcel sinsentido del vivir!
Ciertamente, el Concierto de Aranjuez en esta versión de Carlos Núñez (y en cualquier otra) da para traspasar todas las fronteras.
Precioso lugar para una buena siesta ahora que hace falta tanta sombra… o para un picnic. Muy bellas fotografías.
Es como dices: un lugar ideal para dormitar antes o después del picnic.
Me alegro de que aprecies las fotos.
Y por ahí escucho el concierto de Aranjuez. Nunca en mi vida he estado de picnic bajo una encina escuchando el concierto de Aranjuez, así a la vez. Yo creo que si lo escuchase un atardecer así… me saltarían las lágrimas y nunca lo olvidaría. Quizá no, pero ese concierto siempre me pone sensible. Sí, muy bellas fotos. Preciosas.
De la música hay que darle las gracias a Teresa por su siempre atinada elección, no sólo de las composiciones musicales sino también de los episodios cinematográficos.
Hay que tener escasa o nula sensibilidad para no conmoverse escuchando el Concierto de Aranjuez. Un abrazo.