» La extrema sequedad de ver lo inaudito, los catastróficos cambios, de contemplar como el hombre se tiene más miedo de sí mismo y al propio hombre». El triste camino de un devorar atroz y sinsentido del destino presente.
» El hombre ahuyentado del hombre», irreconocible en su ser.
Vaya, chère Thérèse, hoy tu visión del mundo no es muy halagüeña.
Desde luego, hay individuos secos que, además, carecen de la belleza de un cardo en ese mismo estado. Un abrazo.
¡La quemazón de la desesperanza contemplando lo que pueda llegar!
Pasará este tórrido verano, vendrá el otoño y todo reverdecerá.
» La extrema sequedad de ver lo inaudito, los catastróficos cambios, de contemplar como el hombre se tiene más miedo de sí mismo y al propio hombre». El triste camino de un devorar atroz y sinsentido del destino presente.
» El hombre ahuyentado del hombre», irreconocible en su ser.
Pero todo eso lo compensan piezas musicales como este Ave Verum Corpus de Mozart, que nos reconcilia con ese extraño animal que es el ser humano.
Quizás hasta los cardos secos tienen más sustancia que proporcionar que el propio individuo.
Vaya, chère Thérèse, hoy tu visión del mundo no es muy halagüeña.
Desde luego, hay individuos secos que, además, carecen de la belleza de un cardo en ese mismo estado. Un abrazo.
Hoy, querido Antonio me ha salido la otra parte de la vida, somos dos partes, la negativa y la positiva.
Así es.
Pinchan el cielo,
provocan desazón
en nuestro azul…
Besos!
Cabezas coronadas
Enhiestas, orgullosas
Bajo el azul del cielo
Feliz jornada veraniega
Igualmente, caballero…
Besos estivales!