Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
enero 12, 2016 por Antonio Pavón Leal
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¡Belleza Blanca!…¿ y si sin querer sobresalgo por qué queréis aplastarme?
A estos narcisos no los aplastará nadie. Viven el monte, apartados de luchas y ambiciones. En comunión con todo lo que los rodea.
Me encantan los narcisos…!!!
Besetes.
Pues estos narcisos silvestres son sólo para verlos pero no para olerlos, como sus nombres comunes indican («meados de zorra» y «meazorras»). Poéticamente esas denominaciones son una decepción. Pero no quitan que las flores de esta planta sean realmente bellas. Un abrazo.
El nombre no le hace justicia, pero a mi me sigue gustando contemplarlos.
Besetes.
He visto estos narcisos en algunas de mis rutas y es cierto, no huelen. En casa he tenido de los otros y me encantan igualmente. Es un olor que ahora mismo puedo evocar perfectamente.
Pd. No sabía de esa denominación, sí que es una pena con lo bellos que son.
Son nombres locales. El más corriente es narciso blanco o silvestre. Y creo que las hojas de esta planta no son completamente inodoras.
Dentro de pocas semanas florecerán los narcisos de jardín. Mi vecina de enfrente los cultiva. Son amarillos, muy vistosos. Un acontecimiento esperado.
Jorge Guillén: » MÁS VERDAD
Sí, más verdad,
Objeto de mi gana.
Jamás, jamás engaños escogidos.
¿Yo escojo? Yo recojo
La verdad impaciente,
Esa verdad que espera a mi palabra.
¿Cumbre? Sí, cumbre
Dulcemente continua hasta los valles:
Un rugoso relieve entre relieves.
Todo me asombra junto.
Y la verdad
Hacia mí se abalanza, me atropella.
Más sol,
Venga ese mundo soleado,
Superior al deseo
Del fuerte,
Venga más sol feroz.
¡Más, más verdad!
Hermoso poema del poeta vallisoletano.
Te dejo este otro que es un canto a la totalidad:
LAS DOCE EN EL RELOJ
Dije: ¡Todo ya pleno!
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
el amor era sol.
Entonces, mediodía,
un pájaro sumió
su cantar en el viento
con tal adoración
que se sintió cantada
bajo el viento la flor
crecida entre las mieses,
más altas. Era yo,
centro en aquel instante
de tanto alrededor,
quien lo veía todo
completo para un dios.
Dije: Todo, completo.
¡Las doce en el reloj!
¡La Vegetación y su frescor…!
Me encantó la película y la banda sonora que en este fragmento no suena. A cambio el personaje que interpreta Robert de Niro nos lee un hermoso y veraz pasaje de San Pablo.
En esta ocasión no quería dejar música, querido Antonio, sino depositar la musicalidad de estas increíbles palabras de San Pablo. Un abrazo.
Por cierto bonito poema » Las doce en el reloj».