46
Sé que tengo lo mejor del tiempo y del espacio,
que nunca fui medido ni seré medido.
Mi camino es un viaje perpetuo.
Mis señas son un impermeable,
un par de buenos zapatos
y un cayado que corté en el bosque.
No conduzco a nadie
ni al casino ni a la biblioteca ni a la Bolsa.
Te conduzco a ti, hombre o mujer, hasta una colina,
desde donde te muestro el panorama y el camino.
Ni yo ni nadie puede andar ese camino por ti.
Tú mismo has de recorrerlo.
No está lejos, está a tu alcance.
Tal vez estás en él sin saberlo desde que naciste.
Tal vez lo encuentres de improviso en la tierra o en el mar.
Ven, hijo mío.
Aquí tienes pan, come,
y leche, bebe.
Pero después que hayas dormido
y renovado tus vestidos,
te besaré y te diré adiós.
Largo tiempo has soñado sueños despreciables.
Ven, que te limpie los ojos.
Esta es la consigna:
acostúmbrate ya al resplandor de la luz.
Walt Whitman
Hay poemas terapéuticos, poemas que encierran grandes verdades, poemas que te acogen como un viejo amigo, poemas que son como una cariñosa palmada en la espalda en un momento de desánimo, cuando uno más la necesita, poemas inspirados, poemas que son bálsamo, burladores del tiempo, manos extendidas, poemas con los que uno cobra conciencia de su fragilidad y de su grandeza, de que somos hijos, poemas que iluminan, poemas que no periclitan, que son una antorcha que pasa de generación en generación,
Este es uno de ellos, el poema 46 del Canto A Mí Mismo.
Whitman, que habla en nombre de todos, empieza definiéndonos. Luego aborda uno de los grandes temas literarios: el camino. Y nos conduce a una colina desde la que contemplamos el vasto paisaje, y donde nos revela lo obvio, pero que era necesario proclamar. Tras las palabras, los alimentos y el descanso, se despide de nosotros. El último verso no es una consigna sino una clave. De limpiarnos los ojos se ha encargado él. Ver es asunto nuestro.
Nota.-El poema reseñado es una versión incompleta del original, que ha sido elaborada a partir de las traducciones de Leandro Wolfson y León Felipe.
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Walt Whitman es increíble y este poema una auténtica delicia. Me lo guardo en algún rincón especial.
Un abrazo y feliz miércoles.
El gran patriarca de la literatura norteamericana ha escrito magníficos poemas que son auténticas declaraciones de principios. Para guardarlos y leerlos de vez en cuando. Un abrazo.
Qué buen gusto tienes, Antonio, qué hermoso poema! Gracias por hacernos recordar a los grandes poetas. Mi abrazo para él, contigo.
Hay otro gran poema terapéutico. Otro poema-faro que ha iluminado y sigue iluminando a incontables generaciones. Y que ha sido traducido a multitud de idiomas, incluido el latín. Y también parodiado, que es un honor reservado a las grandes creaciones.
Se trata de «If» de Rudyard Kipling. El tono es diferente al del Canto 46 de Whitman, pero su sabiduría nada tiene que envidiarle.
Te dejo el enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Si…_(Kipling)
Un abrazo.
Gracias Antonio, es un verdadero placer adentrarse en estos poemas. Un abrazo.
Un poema símil a la luz al final del túnel. Como bien dices, exquisitamente terapéutico. Whitman es un bálsamo para la conciencia.
Resulta interesante comparar las distintas traducciones que se han hecho.
«Acostúmbrate ya al resplandor de la luz.
Largo tiempo has chapoteado a la orilla, agarrado a un madero.
Ahora tienes que ser un nadador intrépido.
Aventúrate en alta mar, flota,
mírame confiado
y arremete contra la ola.»
Gracias..
Las versiones , aun respetando el original, pueden diferir bastante unas de otras. Ahí radica el talento del traductor: en verter a otra lengua el original sin traicionarlo pero musicándolo en la nueva lengua.
Esta es la traducción de Leandro Wolfson que es más prolija:
«Mucho tiempo has rondado tímidamente por la orilla aferrado a una tabla, / Ahora quiero que seas un nadador audaz, / Que te arrojes en medio del mar, que emerjas otra vez, me hagas señas, grites y rías mientras el agua cae de tus cabellos».
Por cierto, me pregunto si no estamos todos en medio del mar, con la sola diferencia de que unos son conscientes de ese hecho y otros no. Bien cordialement.
¡Qué bonito!
Realmente encierra mucha sabiduría estos versos que nos dejas. Me encanta como acaba, esa luz…
Un abrazo grande.
Hay sabiduría y belleza en esos versos. Son una invitación a vivir nuestra humanidad plenamente.
Que la luz no nos falte ni nos deslumbre, que es otro peligro. Un abrazo.
La poesía barre demonios del alma… o puede arrojarlos en ella. En cualquier caso, si buena y sincera, desnuda la esencia del espíritu.
Excelente lírica del gran Whitman y hermosa traducción. León Felipe fue un exquisito poeta y un exquisito traductor de la poesía de otros.
Enorme y harto cariñoso abrazobeso, carus frater.
La poesía (el arte) es la expresión del espíritu. Es la concreción de la belleza servida por el alma de un poeta (un artista). En este caso, el poeta es profeta también.
Whitman habla de él y habla de todos. Habla del pasado, del presente y del futuro.
La poesía nos hace mejores. Nos humaniza y nos diviniza. Lo prueba ampliamente este poema del autor de Hojas De Hierba. Un abrazo.
Excelente elección, Antonio… gran poeta, ciertamente. un abrazo. Aquileana
Uno de los grandes sin duda.
Feliz fin de semana. Y un abrazo.
Impresionante poema, Antonio, magnífica elección. No es poco » Sé que tengo lo mejor del tiempo y del espacio,
que nunca fui medido ni seré medido».
Y esto esencial: » Esta es la consigna:
acostúmbrate ya al resplandor de la luz.»
Somos únicos. Whitman, que lo sabía, lo proclamó en este poema. Edith Stein, una pensadora alemana que estoy leyendo ahora, en su libro «Caminos hacia el silencio interior», dice al respecto que Dios ha creado a cada alma por una razón y con una finalidad. La ha creado a ella y sólo a ella. Porque cada alma es un caso particular.
Que tengas una agradable velada dominical.
Gracias muy lindo poema y muy cierto, después de descansar hay que seguir el camino por muy difícil que este sea.
Gracias a ti por tu comentario. Me alegro de que hayas apreciado este hermoso poema de Walt Whitman donde expone una gran verdad. Saludos cordiales.
Excelente poema, deja una importante reflexión en lo personal sobre el camino de mi vida, gracias Mtro. Antonio
Es un poema que nos habla a todos en primera persona. Gracias a ti, por tu comentario. Saludos cordiales.
Deberías insertar también el texto original en inglés, de manera que pudiéramos comparar las traducciones de Wolfson, Felipe, Borges, etc…. y de paso aprender un poquito en ese aspecto. Porque de una transcripción a otra a veces hay todo un mundo de matices que se pierden o se añaden por la mera matización de las lenguas y el talento o la exégesis del intérprete de turno.
Y en cuanto a tu cuestionamiento acerca de ‘si no estamos todos en medio del mar…’ solo añadir que, de hecho me parece que, en un alto porcentaje… somos agua y por lo tanto somos piélago y ponto; somos océano y mar; aunque a veces nos sintamos más la ola, la mareta, la espuma o la turbulencia… (especialmente esto último… XD!!).
No añadí el texto original, ni en este ni en otros casos semejantes, para no alargar demasiado la entrada. Ciertamente las diferentes versiones pueden variar bastante entre sí por las razones que alegas. Las dos traducciones que he utilizado me parecen muy buenas, más personal la de León Felipe y más cercana al original la de Leandro Wolfson.
Para Tales de Mileto el agua era el principio de todo. Y nuestro planeta es azul porque ese el color de los océanos. Buen fin de semana.