Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
marzo 1, 2016 por Antonio Pavón Leal
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Publicado en Fotos | Etiquetado Bartolomé Esteban Murillo, escuela sevillana, escultura, Murillo, pintura barroca, plaza del Museo | 11 comentarios
¡Grata sorpresa con la que nos has sorprendido hoy Antonio!…El Gran Murillo, cuánto sabían ellos…la educación debe estar basada en el Conocimiento objetivo y no hacer de la enseñanza algo negativo.
Decía Juan Ramón Jiménez: » La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos», lo es también la pintura y la música…pero como decía Pessoa los Símbolos deben ser traducidos bien y no de forma desvirtuada. » ¡En el amor está la estrella! ¡A ver quién puede cojerla!», esta segunda frase es preciosa.
Los grandes artistas nos dieron Vida, ofrecieron Felicidad al ser Humano.
Me encanta lo que se conoce como su «pintura de género», donde aparecen niños y perros tratados con exquisita sensibilidad, con verdadero cariño.

El año pasado tuve la suerte de ver uno de esos cuadros perteneciente a una colección privada (Abelló), que expusieron por primera vez en el Espacio Santa Clara. Se trata de «El niño gallero». Pero mi preferida es tal vez «Niños comiendo de una tartera»
Juan Ramón Jiménez que, con la palabra, sabía pintar a los niños con tanta maestría como Murillo con los pinceles, escribió esto en Platero:
«El chiquillo, más moreno y más idílico en la hora dudosa, recogiendo en los ojos rápidos cualquier brillantez del instante, parece uno de aquellos mendiguillos que pintó Bartolomé Esteban, el buen sevillano».
Mi buen amigo/a te notifico que estas nominado/a para las votaciones al premio Great Blogger. No se si sabes como funciona este premio pero es distinto a lo que estamos acostumbrados ya que es un premio especial.
https://antoncaes.wordpress.com/2016/02/29/nominados-al-premio-award-great-blogger/
Muchas gracias por esta iniciativa y muy contento por comprobar que El Bosque Silencioso está incluido entre los nominados. Paso por tu blog y reparto mis puntos según mi humano criterio. Saludos cordiales.
¡Que maravilla la Grandeza Creativa de lo cotidiano, en esas caras tan normales del vivir!…están descalzos, esencia de libertad, de volar siendo uno mismo despojados de todo artificio inútil…estos cuadros nos transmiten una gran enseñanza a los de hoy en día…la inutilidad del materialismo vergonzante. De todas maneras, ante la miseria de la vida, esas caras tenían luces, eran personas, y así lo demostraron los grandes pintores. Así que hay que conservar el patrimonio artístico…por los siglos de los siglos. Precioso cuadro Antonio, como todos los de Murillo.
¡ Voy ja dejarle esta canción al Señor Murillo, la antigüedad y la actualidad juntas!, lo fundamental extraer lo verdaderamente valioso de las cosas.
Si las esculturas sirven de Guía, nos muestran recuerdos, los faros iluminan.
Gracias, Teresa, por la selección musical del uno de marzo y por tus inspirados comentarios sobre el señor Murillo y sus bellos cuadros. Feliz velada.
Me sorprenden estas imágenes que nos regalas, querido frater. Lo impactante para mí es lo que representan. Con la cantidad de grandes pintores y artistas plásticos que hemos tenido por este lado del Atlántico (desde el periodo virreinal), no hay un sólo monumento a alguno de ellos. Manuel Tolsá (gran escultor y arquitecto que dio la última gloria a las postrimerías del siglo XVIII en la Ciudad de México), cuyas obras maestras aún disfrutamos en esta ciudad, es un caso conspicuo de tan grave falta. En cambio, no ha dejado de desnombrarse calles y barrios de todo el país para ponerles los nombres de infaustos gobernantes del siglo pasado.
Bien dijo Antonin Artaud, cuando estuvo por estas tierras allá en la década de los 1920, que México era el ejemplo del surrealismo palpable.
Abrazobeso grande, muy cariñoso y muy apretado, Antonio querido.
De pintores mexicanos sé mucho menos que de escritores. Sólo recuerdo a los grandes muralistas (Orozco, Siqueiros, Rivera). Es realmente una pintura que impresiona por su fuerza y su grandiosidad, por su colorido y la originalidad de sus composiciones. De Tolsá no tengo noticia.
El nomenclátor callejero español está también lleno de personajillos que nadie sabe quiénes son, ni falta que hace. Y algunos que son conocidos merecen también ser olvidados.
¿Y a Antonin Artaud no le habéis dedicado una calle? Un abrazo.
P.D. No he citado a Frida Kahlo de la que vi una muestra de su pintura allá por la Expo de 1992, en la antigua estación ferroviaria de Plaza de Armas. ¿Estará fallando la memoria?
No hay registro «oficial» en calle alguna del paso de D. H. Lawrence, Antonin Artaud o Malcolm Lowry, que dejaron mucho de sí en este país.
Googlea Manuel Tolsá, José María Velasco, Dr. Atl y podrás toparte con muestra de su obra. Son apenas una pequeña muestra (pero muy conspicua) del arte visual mexicano.
Abrazobeso cariñoso y grande.