Cuando se ofrece
cuando el momento
llega por fin
salgo a tu encuentro
Sin amañar
las circunstancias
en cuanto puedo
sin forzar nada
Tan pronto como
por donde huir
veo un resquicio
voy hacia ti
Abro la puerta
y me encamino
hacia los montes
el alma en vilo
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Sublime, hermoso poema. Gracias por invitarnos Antonio a leer tus poemas, es una delicia. Siempre es tan sano quedarnos con la poesía, que por momentos se nos olvida las penas, es una magnífica medicina.
Gracias a ti, Teresa, por tu generosidad que queda bien patente en tus comentarios y en la música que nos ofreces.
La poesía es un bálsamo y una forma de conocimiento. Su escritura y su lectura hacen la vida más llevadera.
Aquí está el maravilloso secreto mágico: » Sin amañar las circunstancias», la espléndida espontaneidad, brillante como el Universo mismo.
No hay que manipular ni forzar nada ni a nadie. Quizá esa sea la llave que nos abra las puertas del Paraíso.
Muy bueno,saludos
Gracias, Walmart Worket. Hacía tiempo que no pasabas por aquí, ni yo por allí. Saludos cordiales.
Esta que va enseguida es más alegre, hasta el poema va a danzar.
¿ Y sería posible regresar de otro tiempo?, bajar y subir…al azul…¡quien sabe son dudas del vivir!
El ansia, los nervios, la búsqueda para ir en pos del ser amado, a fin de cerrar el espacio de la separación, voluntaria o involuntaria. El ímpetu de ir al encuentro.
Todo bellamente expresado en tan agitado canto, pero que se contiene lo suficiente para no desbordarse y perderse como fluido esparcido sobre el suelo.
Deliciosa lírica, una vez más, bardo.
Grande y cariñoso abrazobeso, carus amicus.
Poco menos que como San Juan de la Cruz. Puede afirmarse que la literatura hispana (por no decir el alma hispana) está recorrida por una vena mística, por un eros sublimado, que aflora más involuntaria que voluntariamente.
Tu atinado comentario, como es habitual en ti, me ha traído a la memoria estos versos del Cántico Espiritual:
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
Cuánta belleza, cuánta verdad, cuánta elevación hay en ese poema al que Amancio Prada puso música.
Dictus est, carissimus frater.
Te abrazobeso con harto cariño y mi admiración invariable, maestro.
Tu poema me recordó este intento poético que surgió de lecturas hechas hace poco:
A las colinas sube,
imaginación virada,
en salvaje encuentro,
de paisaje melódico.
Un abrazo.
Lindo poema, sonoro y evocador. A las colinas o a los montes, da igual. Pero la imaginación y el alma necesitan salir a los caminos, ir al encuentro de la Belleza o del Amor. Un abrazo.
Nice
Thank you.