Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
abril 28, 2016 por Antonio Pavón Leal
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La segunda fotografía es preciosa, veo todos los matojos hacer como una circunferencia creando su centro y cuatro ángeles vestidos de blanco juguetear inteligentemente sobre esa circunferencia vegetal.
La segunda fotografía es el paisaje coronado de malvas y festoneado de cardos. Paisaje en el que ves a cuatro ángeles vestidos de blanco. ¿No serán las nubes?
Bellísimo el lamento del violoncelo.
Sí, son las nubes, los cuatro ángeles.
A estas flores y ángeles les dejaré esta música.
Jorge Luis Borges: » Pensé en un mundo sin memoria, sin tiempo; consideré la posibilidad de un lenguaje que ignorara los sustantivos, un lenguaje de verbos impersonales y de indeclinables epítetos. Así fueron muriendo los días y con los días los años, pero algo parecido a la felicidad ocurrió una mañana. Llovió, con lentitud poderosa.».
Borges es genial. A veces me resulta irritante. Esto se debe seguramente a que ponía el dedo en la llaga. Y a su inmensa cultura que apabulla un poco.
Pero que conste que soy un admirador suyo que no le perdona a la Academia Sueca que no le haya concedido el Premio Nobel. Retratada queda la Academia.
Juan Rulfo: » La imaginación es infinita, no tiene límites, y hay que romper donde se cierra el círculo; hay una puerta, puede haber una puerta de escape, y por esa puerta hay que desembocar, hay que irse».
Y ahora otro grande de la literatura hispana, a quien Borges estimaba por cierto.
Me encanta esta cita sobre la imaginación y las puertas, sobre las vías de escape al infinito.
Dejaré este poema de Juan Ramón Jiménez, a cada cual mejor, la verdad, son fascinantes. Desde aquí darte las gracias Antonio por dejar tu bosque con ese aire tan puro y fresco, respetando cada palabra que decimos, incluso aunque a veces dejemos algo que en un principio se pueda decir:¿Y esto a qué viene?…pues todo viene a cuenta de algo incluida la propia espontaneidad, cuestión distinta es que no entendamos la razón.
Dios de Amor.
Lo que queráis, señor;
y sea lo que queráis.
Si queréis que entre las rosas
ría hacia los matinales
resplandores de la vida,
que sea lo que queráis.
Si queréis que entre los cardos
sangre hacia las insondables
sombras de la noche eterna,
que sea lo que queráis.
Gracias si queréis que mire,
gracias si queréis cegarme;
gracias por todo y por nada,
y sea lo que queráis.
Lo que queráis, señor;
y sea lo que queráis
Quizás para mí a parte del espacio de cultura y libertad que es y representa tu bosque, es un lugar de Amor y eso vale mucho. Un Gracias y un abrazo enorme.
Por supuesto, Teresa, el respeto es capital, incluso o sobre todo cuando no entendemos del todo lo que la otra persona quiere decir.
El poema de JRJ, que no conocía, me ha impresionado por su belleza y por su profundidad. Es un poema genuinamente religioso. Un poema digno de un gran místico, cosa que seguramente era el moguereño.
Muchas gracias por la valoración que haces de este blog. Te lo agradezco de corazón. Si la cultura, la libertad y el amor se dan cita en este bosque, ¿qué más se puede pedir? Nada. Todo está ya concedido. Un abrazo.