VI
No recuerdo los versos, aquel primero desgarro,
aquella furia inmensa, aquel oscuro piélago
en el que mi barquilla probaba el agua amarga.
No recuerdo esos versos que brotaron de un hondo
y sombrío hontanar,
pero fue en ese instante cuando me puse en pie.
Aquellos versos rotos, olvidados, perdidos,
constituyen la prueba del irrefutable intento
de vivir desde dentro.
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Precioso poema, en conjunción con la imagen; cuánta profundidad hay en él. Felicidades
La profundidad del proceloso mar y la torsión de las ramas de los olivos, espero. Gracias, Luzsobretodo.
» Vivir desde dentro», genial, y estoy de acuerdo con lo dicho por luzsobretodo.
O construimos desde dentro afuera, es decir, vivimos desde lo que somos (optamos por ser) o el naufragio será inevitable.
Que esta pequeña oración de Aretha Franklin nos ayude a no extraviarnos.
Desde dentro hacia fuera, Antonio como tú dices, siendo uno mismo y libre, que eso es uno de los tesoros más valiosos del Vivir y de la vida, pero que la calidad de lo de dentro hacia fuera sea natural y verdadera, sin falseamientos y sin ataduras.
Como tú dices naturalmente. Así no sólo sobreviviremos como Gloria Gaynor en esta hermosa canción sino que viviremos plenamente.
‘La dificultad trae sus beneficios también, perfila más lo de dentro y la hermosura difícilmente que se pierda ésa sabe mucho, más de la cuenta!
Aunque el dentro puede ser sobornable o insobornable.
El adentro puede ser enterrado bajo un montón de escombros e inmundicias, pero siempre está ahí. El adentro puede ser olvidado, como esos primeros versos, o ignorado, pero no te quepa duda de que esa profundidad verdadera nos habita.
«Vivir desde dentro…», gran principio de la filosofía Zen
El zen es una opción radical por el ser. La desnudez que nos propone es un camino.

Intensísima lírica, grito desgarrado que nace en el núcleo del alma. Canción apasionada, sin duda.
Llega hasta las heridas curadas y hasta las aún abiertas.
Te abrazobeso muy fuerte y con cariño fraterno, maestro.
¿Curan verdaderamente las heridas? ¿O hay siempre un rescoldo que no se apaga? ¿Cicatrizan y sólo queda esa señal? ¿O sangran regularmente para indicar su presencia?
En cualquier caso, las heridas, curadas o por curar, son una fuente donde abrevan el dolor, la inspiración, la compasión, la ira, la altura de miras…
Son un recordatorio perenne de nuestra condición humana.
¿Ser hombre no es exponerse a ser herido? ¿No es sufrir irremediablemente heridas de diversos grados de profundidad?
Deseándote que las tuyas sean livianas, recibe un fraternal abrazo.
Deseo recíproco, hermano querido. Abrazobeso enorme, cariñoso y con deseos de mucha luz en tu andar.