Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
agosto 2, 2016 por Antonio Pavón Leal
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Me gusta mucho la segunda. Felicidades
Gracias, Hermes Gabriel. Dentro de poco no quedará ningún girasol en pie. Ya los están cosechando.
¡Real…Realidad…realidad!, magníficas fotos, Antonio. D. Julio Verne no entendía la o no aceptaba la realidad, comprendía mejor el Universo…su brazo extendido hacia arriba…al Universo, diciendo un Adios, A-Dios…que algún día regresaré.
Julio Verne y su Capitán Nemo: » Ciro Smith tendió la mano al capitán y contestó a su pregunta con voz grave:
–Capitán, su error consiste en haber creído que podía resucitar el pasado y oponerse al progreso necesario. Es un error que unos admiran y otros condenan, que sólo Dios puede juzgar y la razón humana absolver. El que se equivoca con buena intención puede ser combatido, pero no debe dejar de ser estimado. Su error no excluye admiración y su nombre nada tiene que temer del juicio de la historia, la cual ama las locuras heroicas sin dejar de condenar los resultados que producen.
El pecho del capitán Nemo se levantó y su mano se tendió hacia el cielo.
–¿He tenido razón o no? –murmuró.
Ciro Smith repuso:
–Todas las grandes acciones suben a Dios, porque vienen de Él. Capitán Nemo, los hombres honrados que están aquí, a quienes usted ha socorrido, le llorarán siempre.
Harbert se había acercado al capitán. Dobló las rodillas, tomó su mano y la besó. Una lágrima se deslizó por las mejillas del moribundo al decir:
–¡Hijo mío, te bendigo!».
Un conmovedor pasaje de «Veinte mil leguas de viaje submarino». Mi padre admiraba a Julio Verne, de quien había leído casi todas sus novelas. Su preferida era «Miguel Strogoff». Por cierto «Nemo» significa nadie, el capitán Nadie.
¡Que curioso quería dejar a Rameau y al dejar el link me ha salido este!…
Pues no importa. La música de Puccini es bien recibida.
Vaya cielo. A veces se echa de menos un cielo así.
¿Dónde? Aquí, en Andalucía, este es el cielo habitual, sobre todo en verano. Lo que a veces se echa de menos es un cielo nuboso, que además da más juego fotográfico.
Asturias, donde lo más habitual es el cielo muy nuboso 🙂
Tiene una extraña belleza decrépita que me gusta. Bonito girasol apagado.
Ya han cumplido su ciclo vital. Ahora están en toda su hermosa y fructífera decrepitud. Te dejo este enlace en el que los girasoles secos tienen un tono dorado:
https://elbosquesilencioso.com/2011/08/24/girasoles-iv/
Estas fotos reflejan los tiempos actuales…decrepitud, no hay que dejar de ver la realidad…así lo decía Dante.
Sigamos la recomendación del autor de La Divina Comedia. Seguro que salimos ganando.
Aunque no nos guste ver la realidad…la técnica del avestruz no sirve para nada, pero queda algo de ese girasol chamuscado que sigue teniendo cierta fuerza que sigue mirando al sol…se mantiene en su puesto…no sabía que fuera tan inteligentes estos girasoles.
Los girasoles secos y cargados de pipas tienen la grandeza y la belleza de quienes han vivido su evolución completa, de quienes se han realizado.