Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
enero 3, 2017 por Antonio Pavón Leal
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Impresionante cómo el liquen se fusiona con las rocas.
Y convierten estas cercas en algo diferente. Los líquenes, el musgo y el «Umbilicus rupestris» las acaban integrando en el entorno.
Yo veo montañas de piedras y se ven cosas preciosas. La naturaleza es asi.
Yo veo mapas de extrañas regiones y exóticos árboles de copas circulares. Saludos cordiales.
Bellísimas imágenes.
Saludos.
Gracias, Isabel. Me alegro de que te hayan gustado estas fotos.
¡Qué bonitas!, son verdaderas obras de arte.
Me alegro de que estas fotos te hayan gustado.
Oh, Antonio, esas cercas de roca granito que, oso a decir, son inmemoriales. Son casi tan antiguas como esta tierra. Lo son tanto así que no podría imaginarme este Reino de olivo y encina que no estuviera ya inevitablemente, no dividido, sino con las vetas de rocas amontonadas formando distintos paisajes, delimitando fronteras, dando forma a las dehesas, marcando senderos, vistiéndose de zarzamoras y musgo y ombligos de Venus. Muchas gracias por compartir, ¡un saludo!
Cuánto tiempo sin dar señales de vida. Tu descripción se ajusta a la impresión que también a mí me producen esas cercas de piedras: que son inmemoriales, razón por la cual están perfectamente integradas en el paisaje. No hay duda de que pertenecen a otra época, de que fueron levantadas cuando aún se hacían esos trabajos de mampostería que ya pasaron definitivamente a la historia.
Gracias a ti por reaparecer. Buen fin de semana.