Dejo el enlace de la entrevista que Roberto Álvarez Galloso ha tenido la gentileza de hacerme y publicar en su blog.
Le doy las gracias y animo a los lectores a visitar su Noticiero donde encontrarán información variada y buena música.
Posted in Sin categorizar, tagged Antonio Pavón Leal, El Bosque Silencioso, El Noticero de Álvarez Galloso, entrevista, Roberto Álvarez Galloso on octubre 13, 2016| 8 Comments »
Dejo el enlace de la entrevista que Roberto Álvarez Galloso ha tenido la gentileza de hacerme y publicar en su blog.
Le doy las gracias y animo a los lectores a visitar su Noticiero donde encontrarán información variada y buena música.
Posted in In illo tempore, tagged entrevista, huida, Jorge, padres, psicólogo on julio 29, 2013| 2 Comments »
Mi actitud reconcentrada era mayor si cabe. Aunque acudía con regularidad a mi cita semanal con el psicólogo, no experimentaba mejoría.
Mi padre llamó a Jorge y éste a un colega suyo que ya había estado en casa anteriormente.
Por dos razones barruntaba que pronto habría cónclave. En primer lugar porque nadie venía a importunarme alegando interés por mi estado de salud. La libertad y la paz de que disfrutaba me tenían escamado.
En segundo lugar porque escuché por casualidad un comentario de mi padre referente al dinero que costaban mis sesiones con el psicólogo. No había signos de restablecimiento, que era lo menos que se podía esperar. Sabía que mi problema exigía un largo proceso terapéutico. Así y todo, no comprendía cómo al cabo de varios meses de visitas mi comportamiento no había variado un ápice, por no decir que había empeorado.
Desde que oí esas consideraciones, estuve vigilante. No quería estar presente en la dichosa reunión. No quería que me sometieran a un nuevo interrogatorio. No quería exponerme a su curiosidad aunque estuviese legitimada por el afecto y la preocupación.
Un domingo por la mañana, que estaba hojeando el periódico en mi cuarto, mi madre vino a buscarme. Jorge y su amigo me aguardaban abajo, en el despacho de mi padre.
Para divisar la calle, me sentaba junto al balcón. De esta forma, en cuanto los descubriese, dispondría de tiempo suficiente para quitarme de en medio. Contaba además con que aparecerían por la tarde, a la hora del café, como la primera vez. En ese momento ni siquiera estaba sentado en el sillón sino a la mesa camilla.
Mis padres se enfadarían si no me entrevistaba con ellos. Tras sopesar los pros y los contras de una fuga a la desesperada, decidí que era preferible no enredar la madeja todavía más.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.