I
Una horrenda pesadilla fue la causa de que me despertase sobresaltado, con el corazón palpitante. No recordaba haber sentido tanta ansiedad desde hacía mucho tiempo.
Había soñado con el gato del vecino que pesa un montón de kilos y tiene el aspecto de un bulldog. Todo el mundo coincide en que es un animal monstruoso, no sólo por lo gordo sino por lo pagado que está de sí mismo, aunque de esto último la culpa la tiene su amo.
Cada vez que paso por delante de su jardín, el felino, echado siempre sobre la hierba, dormitando o papando moscas, que es como transcurre su vida, se pone en pie y ronronea aviesamente.
Nunca he hecho buenas migas con los gatos, pero hacia ese en concreto, que se cree el rey de la creación, no siento la menor simpatía. La animadversión es mutua y está bien arraigada.
El vecino es también un tipo raro que se recorta las cejas y va pelado a rape como un “skinhead”, a veces con dibujos sobre el cráneo, amante del “hard rock” y del “heavy metal”. No soy el único que se ha quejado porque pone la música demasiado alta. Hay incluso quien ha llamado a la policía municipal para que intervenga y lo obligue a bajar el volumen de ese estrépito infernal.
Y no quiero entrar en el capítulo de su forma de vestir que está en consonancia con los rasgos expuestos.
Mi mujer, que consigue todo lo que se propone, no me ha convencido todavía de que compremos un gato. Y eso que pone empeño. Pero sus dotes de persuasión se han estrellado contra mi firmeza. No quiero ni oír hablar de ese asunto.
Me ha contado en varias ocasiones la historia de un minino que fue abandonado por sus dueños en la otra punta del país, y que recorrió cientos de kilómetros para regresar con quienes se habían deshecho de él sin remordimientos de conciencia. No iba a ceder por un hecho que me resultaba más enervante que conmovedor.
No sospechaba mi mujer cuando se ponía a razonar conmigo que, al hacer extensiva la fidelidad de ese gato a toda su raza, mi rechazo se incrementaba.
Me levanté, pues, con el pulso acelerado y una profunda desazón. Me dirigí a la cocina con la intención de beber un vaso de leche caliente. De esta forma, pensé, me tranquilizaría y podría reconciliar el sueño.
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A mí, los mininos tampoco me hacen mucha gracia.
Cuando acabe este cuento, que será mañana, a lo mejor te gustan todavía menos. Ya me dirás.
Conmovido por la dedicación de un texto tuyo, y más por tocar el tema felino tan cercano a mí. He disfrutado esta primera parte del relato y no he dejado de reír a mandíbula batiente. Tu vena irónica es una faceta más de tu exquisitez creativa. Si alguna figura geométrica pudiera aplicarse a ti, mi querido magister, pienso que sería el prisma; una tridimensional, por supuesto, pues ninguna figura bidimensional podría siquiera acercarse a tu talento y trabajo literario. Lo plano es ajeno por completo a ti y estoy pensando que eso es lo que hace de ti, en parte, que no exclusivamente, el poeta y narrador tan brillante y sensible que eres.
No necesito afirmarte que no son alabanzas vanas ni «exageraciones» a la andaluza. Honor a quien honor merece, frater.
Gracias, gracias, gracias por este regalo. Muy conmovido por este gesto más de tu generosidad indiscutible.
Abrazobeso enorme, fuerte y muy cariñoso, amigo querido.
La verdad es que el autor de este cuento, al igual que su protagonista, no ha tenido buenas experiencias con los gatos.
El último tropiezo fue este verano, exactamente el quince de agosto, día de la Asunción.
Por la noche fui a tirar la basura. Al echar la bolsa en el contenedor, saltó un gato que estaba dentro, y cayó sobre mi pie, calzado con una sandalia.
Me clavó las uñas en el empeine y me hizo tres arañazos paralelos.
Tuve que ir a urgencia donde me desinfectaron la herida y me pusieron la vacuna antitetánica. Todavía tengo la triple cicatriz como un recuerdo de ese episodio.
Sé que tú aprecias a los gatos. Por eso, entre otras razones, te he dedicado este relato donde muestran su cara más inquietante: la del enigma que encarnan estos animales venerados y momificados en el antiguo Egipto.
La foto de una deidad de ojos azules en el interior de un armarito, cuyo nombre no recuerdo, es también egipcia, y tiene relación con el final de esta historia.
La realidad es compleja. Si realmente he logrado reflejar o atrapar una partecita de ella, por satisfecho me doy.
En literatura, al contrario que en los asuntos humanos, no se trata en absoluto de simplificar sino de mostrar la riqueza, de ser un testigo fidedigno que revela un dato importante o facilita la comprensión del caso.
Me alegro enormemente de que este regalo haya sido de tu agrado y te haya hecho reír, es decir, liberar tensiones. Un abrazo.
Desafortunado desencuentro con el gato nocturno. Se sintió amenazado por ti y por eso se defendió, no por ser un animal malo, como muchas personas ignorantes los califican, cuando en realidad lo que éstas hacen es reflejar la condición propia en otros, según yo.
El susto y el dolor de los arañazos que te llevase deben haber sido mayúsculos. A mí, hace como 7 años, una perra a días de parir tuvo a bien morderme una mano y fue tan doloroso el incidente y el sangrerío que me ocasioné, que sin reparo alguno tuve a bien desmayarme, pues me bajó muchísimo la presión por el dolor de la mordida, jeje.
El gato, y cualquier felino, son animales interesantes de ser observados, jamás son egoístas, ni huraños. Su naturaleza es más independiente y el quid está en que muchas personas quieren manejarlos y entenderlos como perros, Ahí es donde comienzan los malos entendidos. Los gatos nunca se domestican, sino que se habitúan a convivir con los humanos, a diferencia de los perros que están domesticados desde generaciones atrás y por ello dependen por completo del hombre, lo cual los hace muy vulnerables.
Tu relato es una delicia, porque juegas entretejiendo un rasgo de la esencia humana con la del felino, humanizando a éste, de tal modo que gato y dueño pueden fundirse. ¿Será el felino el alter ego de tu protagonista en el fondo?
Tu regalo me ha fascinado y lo estoy degustando mucho. Me has adelantado mi regalo de Reyes, sin duda.
Falta que lea su conclusión, a lo que voy enseguida.
Gracias, una vez más, por tu generoso gesto. Te abrazobeso muy fuerte, con el deseo de que tengas mucha luz y tranquilidad este año, y con todo mi cariño fraterno, amigo querido.
Normalmente, en efecto, son nuestros miedos e inseguridades los que nos juegan malas pasadas.
Pero los gatos tienen un punto enigmático y tocan una fibra profunda del ser humano. Pueden llegar a ser inquietantemente seductores. Estaba pensando en una novela de Colette titulada «La chatte». La gatita, en abierta competencia con la esposa del protagonista, consigue retener a este. El libro cuenta un triángulo amoroso formado por el hombre, la mujer y el felino.
Tu percance con el perro es también lamentable. Los perros pueden ser realmente peligrosos, sobre todo si se trata, como en un tu caso, de una hembra a punto de parir o con cachorros.
Gracias por la clave que das para entender a los gatos (no confundirlos con perros).
Has captado, lo cual no me extraña, el trasfondo del relato. El gato es un alter ego del personaje principal. Un abrazo.
Creo que el enigma de los gatos es que son animales independientes, aunque no por ello no son cariñosos, fieles ni leales. Al ser humano parece ser que le atrae aquél otro que tiene más seguridad en sí y que no se doblega, porque está consciente de su valía, por decirlo de alguna manera. El gato nos enseña que no por ser la especie animal más evolucionada, somos los dueños de todo. Ese reto creo que es lo que intriga de ellos.
Feliz mitad de semana, cher Antonio. Abrazobeso cariñoso y fraternal.
Reblogueó esto en Ernesto Cisneros-Riveray comentado:
Les comparto este exquisito cuento del fino y talentoso autor y fotógrafo español, don Antonio Pavón Leal, con el que me ha honrado dedicándomelo, y que es por sí solo una obra maestra de su escritura.
Gracias por rebloguear. Soy consciente del honor que me haces.
NIngún honor, sí un homenaje, hermano querido. Abrazobeso enorme.
Como siempre, tremendo artículo
Muchas gracias. Feliz Año Nuevo.
Muchas gracias por su apoyo, en realidad soy nuevo en esto del blog, cualquier ayuda será bien agradecida. Eso si, siempre tenga por seguro que me deleitare con sus grandes aportes. Por eso de antemano gracias.