I
Vuelvo a ti, Sebastián,
como antaño, en la calle iluminada apenas
por escasas bombillas.
Pero hoy no traigo nada, hoy sólo vengo yo.
Contigo no hace falta andarse por las ramas,
ni dárselas de listo.
Tus verdades son simples.
Cualquiera las entiende. Y por eso también
cualquiera las desprecia.
Sebastián, no es mi caso.
Los años me enseñaron que tus verdades simples
son las solas verdades.
No debiera siquiera hablar de tus verdades
En buena ley debiera hablar de tu verdad.
Es decir, de tu hambruna,
de ese estómago terco que soñaba con platos
rebosantes, colmados,
con platos de lentejas, de garbanzos, de chícharos.
Recuerdo esa hambre tuya. Y más cosas recuerdo,
pero esa es la primera, la que tiene más peso.
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Impresionante poema Antonio, auténtico y rebosante de Sabiduría. La Verdad más verdadera la de se uno mismo, llevar la vestimenta de uno mismo, para eso se requiere grandeza de espíritu, pero con esa Simplicidad Hermosa no se consigue tantos triunfos, ni prestigios sociales, y para obtener lo que el gran común de los mortales envidian no se visten de ellos mismos…actúan…luego ya sabrá que hacer la vida con tales almas…¿ descansaran en paz estando en vida o se deben a ellos mismos o a qué?…los atajos no son buenos, en un principio la mente intenta acceder a ellos pero una alarma te dice, que cuidado con los caminos cortos.
Si alguien conoce el Interior de otra persona y sus pensamientos, no hay dudas que esa persona es un Sabio o un Guía…encontrarse con esos tesoros es cosa de la Divinidad.
Sólo hay una Verdad, aunque muchos mentirosos dicen que hay muchas…para confundir, se abren muchos caminos por el mismo motivo, humo que haya humo eso es bueno es como la niebla para no ver…pero vamos que aun con claridad, me parece que el mundo de tontos es grandioso, a menos que esté equivocada y sea yo la primera tonta.
El Hambre de Sabiduría…casi nada…
Me ha apasionado tu poema Antonio…Enhorabuena muy conseguido.
Tu poema: Arias Montano y la Familia de la Caridad y el Amor.
Repito, porque me encanta Cuca cantando, la dulce espontaneidad, la amabilidad….tesoros.
Hay que apostar o escoger. O se es o se tiene. No se puede repicar y estar en misa. No se puede servir a dos amos. O estás con Dios o estás con el Diablo.
Ser uno mismo es un envite que vale la pena. ¿No es esa la finalidad de la vida? Lo demás es un engaño. Pero, por supuesto, preferimos los embaucamientos y nos entregamos a ellos alegremente.
El ser humano es así de errático e inconsistente.
Magnífico texto el tuyo, Teresa, que brilla con luz propia.
No sé si a Sebastián se le puede calificar de guía. Probablemente él no entendería eso, ni tampoco le gustaría. Pero, desde luego, es un referente existencial. Tal como este personaje está planteado es un ejemplo de transparencia, de honrado comportamiento.
Gracias por la valoración de este primer poema de la serie «El forjador de quimeras».
¡Vaya y bien que he repetido sin querer el vídeo, un incidente de teclas, jajjaja!, juegan con nosotros las teclitas dichosas, pero hacen que no nos aburramos.
Lo dejo así. No es más que una broma que nos han gastado las teclas.
¿O prefieres que elimine uno de los videos? Como gustes.
Esta canción le va mejor al Poema, con permiso de Cuca.
Me encanta Arvo Pärt, al que hacía tiempo que no escuchaba. Y me encanta la imagen del video: ese árbol solitario en un paisaje desnudo, sobre un cielo progresivamente azul.
Gracias Antonio por tu entrañable amabilidad como siempre. Si es mejor dejar las dos canciones, dejemos que la simpática broma siga en el bosque. Un abrazo.
Poema con el que latigas, como lo hace la verdad.
Este «El forjador de quimeras» será una lírica metafísica más de tu pluma.
Abrazobeso grande, muy cariñoso y fraternal, bardo querido.
Ya veremos lo que este forjador de quimeras da de sí. De momento se ha puesto bajo la protección de un amigo de la infancia con los pies en la tierra, muy alejado de teorías y especulaciones, con una conciencia de la realidad de la que los forjadores de quimeras carecen. Un abrazo.
Me senté en el suelo con las piernas cruzadas, miré al Cielo y Reverencié a Dios, mente vacía y corazón lleno. Así me Uní a Ti, sin huellas en el camino, sin nada más que mi yo más desnudo, así en ese Vacío tan gozoso de la Eternidad Pasada, Presente y Futura, los mismos abrazos, las mismas almas, la misma Unión.
Un texto digno de figurar en una antología de la filosofía perenne. En él hablas no de la realidad cotidiana, sino de la Realidad, de la única, de la verdadera, de la base de todo lo existente, a la que se accede por el conocimiento unitivo.
Quizás sea la Quimera la que nos forje a nosotros en su contorno en pos de avanzar al horizonte amurallado y así desproveer lo inaudito como tanta fuerza pueda tener la dulzura. ¿ Detener qué…?, son las alas del deseo las que unidas a los velos de la Quimera nos arrullan.
Y en notas de silencio como en acordes de guitarra me sometí al sublime entendimiento. Pasados anhelos y presentes visiones convergen en el mismo río del Saber, desvistiendo cada día en la extrañeza de lo soñado y de lo aprehendido. Olvido de olvidos que nos trae los Recuerdos, nos rozan la cara en dulces y enigmáticos arpegios. Te acercas y me ves…¿ ahora me entiendes?…¡ahora ya lo sé!.
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