XVI
De los álamos gotas
de humedad condensada
caen sobre mi frente,
resbalan por mi cara,
refrescando mi piel,
aventando quimeras.
Álamos argentados
de inaudibles susurros,
testigos fidedignos
de tantos desvaríos,
insomnes, vigilantes
bajo el cielo invernizo.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
El bosque silencioso 
Según he leído el poema he sentido la belleza de las palabras condensadas en sus versos como gotas en el álamo desnudo. Buen poema y hermoso.
Gracias y buen día.
Los álamos se cuentan entre mis árboles preferidos. Ahora que están desnudos o casi los encuentro tan hermosos como cuando están vestidos de hojas plateadas.
No es este el primer poema que me inspiran: https://elbosquesilencioso.com/2013/03/08/en-vano-te-atormentas/
Un abrazo.
Que bonitas palabras de amor. Feliz miercoles.
Me alegro de que el poema te haya gustado. Saludos cordiales.
Hermosos versos. De apariencia sobria pero con mucho contenido.
Un saludo.
Gracias, Eleazar, por tu valoración crítica que halaga al autor. Saludos cordiales.
Qué placer leer un poema así.
Un abrazo
Me alegro de que aprecies este poema. A ver qué nos traen los Reyes Magos este año. Un abrazo.
Exquisito, evocador y colmado de esa rica saudade a la portuguesa. Una hermosa lectura lírica más, bardo.
Abrazobeso siempre cariñoso y fraterno, Antoio querido.
Como siempre, penetrando en las entrañas del poema. En este caso en ese espíritu melancólico que puede emparentarse con la saudade. Un abrazo.
Grande abrazobeso siempre fraterno y muy cariñoso, cher.
Reblogueó esto en rererebloguer.