118.- Es un latazo escuchar a una persona que sólo habla de males. Pero tener que prestar atención a alguien cuyos días son una sucesión de maravillas, una maquinaria tan bien engrasada que no produce un solo chirrido, es otro martirio chino.
Para el común de los mortales la vida es una mezcla de ingredientes buenos y malos, ni un duelo interminable ni una feria permanente.
La vida se desliza por los medios. A veces se precipita por los extremos, por donde puede discurrir durante una buena temporada. Puede incluso despeñarse.
En general todo el mundo tiene su ración de penas y alegrías, de dolores y placeres, entreverados.
Lo más sensato es evitar a esas dos categorías de personas que lo ven todo negro o rosa, reduciendo el resto de los colores a meras alusiones de pasada. Cada una en su especialidad es una consumada matraquista que nos aboca a la conclusión de que la vida no es una película en tecnicolor de los buenos tiempos de Hollywood ni una novela gótica con pinceladas gore sino una casa de orates.
119.- Cada vez que uno regresa a su lugar de origen, cada vez que uno sale a andar en plena naturaleza, cada vez que uno se expone a la acción del sol y del aire, se produce una regeneración interna. El árbol que somos refuerza sus raíces, estira sus ramas y agita sus hojas en señal de júbilo.
Esa es también una forma de dar lustre a los cristales opacados y fertilizar la tierra estéril de nuestras frustraciones. Para rehacernos basta con andar solos, a nuestro propio ritmo, por las viejas calles familiares o por los caminos apartados que constituyen, unas y otros, el entramado de nuestra vida.
Entonces surgen las ideas, renace la inspiración, sanan las heridas. Para salir de los atolladeros, para recuperar la confianza es primordial que regresemos al lugar de origen, a la naturaleza. Al crisol donde fuimos forjado.
120.-La sombra es esa parte de nosotros que desconocemos o que rechazamos.
La sombra es una de las formas que reviste el mal. A nivel subjetivo crea un universo patológico. A nivel colectivo su dimensión suprapersonal multiplica su efecto destructor.
La sombra nos acompaña siempre. Su principal cometido es poner zancadillas, jugar malas pasadas, boicotear los impulsos vitales. Es una avanzadilla de la muerte, a la que prepara el terreno. Es su heraldo.
La sombra irrumpe en la infancia. Desde ese momento se consagra a su labor de zapa. El héroe no es el que se enfrenta a ella, que es un combate perdido, sino el que logra hacerla su aliada.
Surge por numerosos motivos, pero surge inevitablemente. Sólo los ángeles carecen de ella. Sólo los demonios carecen de parte luminosa. El ser humano es gris, está a medio camino. No vale la pena enumerar las causas de su emergencia. Son tantas como los individuos y sus circunstancias.
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Reblogueó esto en Contra la ley "antitabaco".
Si. Yo lo he notado. Salir a pasear por sitios conocidos que llevan buenos recuerdos, suaviza muchos problemas. Y vuelves a casa mejor. Yo creo que la causa es que ves que hay mucho mas fuera de ti y de tu problema y le das menos importancia.
La vuelta a los lugares donde hemos echado raíces y a la naturaleza nos fortifica. En el caso de los que hacemos, o al menos lo pretendemos, un trabajo creativo, nos abre las puertas de la inspiración. A todos, creo, nos insufla confianza en nosotros mismos, en nuestras capacidades. Y nos proporciona también, como señalas, una visión más amplia. Esa exposición que nos sobrepasa, nos vivifica.
Gracias por tu comentario, Elena. Saludos cordiales.
Puestos a a elegir, casi prefiero al que lo ve todo negro, pese a que también es bastante insoportable, que a los que viven en el reino de las maravillas.
Pasear en la naturaleza, creo que no hay nada que dé más paz ni aclare mejor las ideas, debe de ser, como tú dices, porque somos parte de ella. Yo es donde más feliz me encuentro.
Gracias por la recomendación de Huxley, estoy leyendo el libro y es interesantísimo, hace pensar.
«Inter nos» confesaré que es un espécimen de la categoría rosada el que dio pie a esta anotación. No vale la pena polemizar sobre cuál de las dos variedades es más insufrible. Aquel cuya vida es una desgracia sobre otra no es, desde luego, la compañía idónea para tomar una cerveza.
No sólo andando por el monte o el campo, también paseando por las viejas calles familiares recupero la calma, la confianza y la inspiración.
En cuanto al libro de Huxley, no hay de qué. A este autor lo puedo incluir en mi lista de favoritos, es decir, de aquellos a los que vuelvo regularmente. Concretamente en «Sobre la divinidad» hay «Siete meditaciones», una para cada día de la semana, que obran el mismo efecto que los paseos y las caminatas.
Que tengas una agradable velada.
Gracias!
A ti. Saludos cordiales.
Me ha encantado el texto 119. Muy inspirador, y con mucha verdad.
Un saludo.
Tus fotos de «Cantabria infinita», esas playas y esas panorámicas tan hermosas están en la misma línea que la anotación 119, y lo mismo se puede decir de ellas. Saludos cordiales.
Muchas gracias! Aprecio mucho tu comentario. Un saludo!
Ambos extremos se tocan: los seres negativos y los falsamente optimistas, pues carecen de empatía y simpatía por el otro, jamás saben tener compasión.
El retorno a los orígenes es el mejor reconstituyente y un lujo de la vida..
La sombra puede convertirse o en la peor pesadilla o en aliada invaluable.
Abrazobeso fuerte, grande y siempre fraternal.
Lo has expresado a la perfección. Más ordinariamente se podría decir de ese tipo de personas que son unos «plastas» (no sé si entiendes este término coloquial, pero estoy seguro de que puedes imaginar fácilmente su significado).
La sombra puede ser una cosa u otra. En la anotación hablo del «héroe» porque pensaba en la lucha. Tal vez tendría que haber dicho «el sabio» porque de lo que se trata es de convertirla en nuestra aliada y para eso no hay que combatir sino negociar y atraer. Un abrazo.
Aquí´en México también usaba el coloquialismo de «plasta».
En efecto, es lucha perdida el tratar de enemistar o negar nuestra sombra, cuando es nuestro otro componente, Bien dices que debe volverse nuestra aliada.
Abrazobeso grande y siempre fraternal, cher Antonio.
Es más sensato colocarse en el justo medio, hasta en la forma de asimilar que nunca tendremos la capacidad de ver a otros como ellos mismos se ven, habría que visitar sus mundos para saber porque se han ido por la tangente; aunque es seguro que los extremos nunca colindarán.
Los lugares cuando ayudan a recomponer es porque quizás se tiene una mayor capacidad contemplativa, de la vida y de la belleza.
Efectivamente las sombras no son buenas consejeras, ni auguran vitalidad. La noche siempre será más tenebrosa que el día.
Un abrazo.
El justo medio es siempre o casi siempre el lugar de la cordura y de la moderación. Es decir, el lugar del sentido común. Ahí está la virtud, según Aristóteles, alejada de los extremos.
Adoptar una actitud exagerada es, cuando menos, un motivo de fastidio para los demás.
Ciertamente nadie está dentro de nadie, salvo que el grado de empatía sea muy alto. No sabemos por qué una persona se ha instalado en el negro o en el rosa, pero se trata de un proceder que, dada la irrealidad del planteamiento, ni siquiera para el interesado es beneficioso.
En efecto, esos lugares facilitan o potencian la contemplación de la vida y de la belleza. Por eso logramos reconstituirnos aunque sólo sea parcialmente. Un abrazo.
Texte plein de sagesse. Merci i
Je suis content que ces réflexions ou plutôt ces remarques d’après le vécu t’aient plu.