A continuación, durante largos periodos, se van operando múltiples combinaciones que darán lugar a las formas inertes y a las formas de vida primitivas, las cuales, a su vez, se irán haciendo más y más complejas. La máquina de la Evolución está en marcha. Ya sólo es cuestión de eones y de paciencia, de dejar que el azar y la necesidad, según Jacques Monod, actúen. Cuando el ser humano aparezca, se convertirá rápidamente en otro agente interventor. Empezará domesticando animales y adaptando plantas silvestres, y acabará explorando el espacio, de momento”.
“No me has explicado cómo nace la vida”. Emma me mira fijamente para averiguar si estoy de broma. “Con tus propias palabras, por supuesto” añado.
“Todo el mundo sabe que la vida nació en la sopa primigenia, y sin duda muy nutritiva, que se cocía en determinados cuencos o marmitas, y no me refiero al tamaño sino a la funcionalidad de esos lugares que reunían unas condiciones especiales para el surgimiento de los primeros seres. En ese sustancioso caldo sometido a las influencias eléctricas y a los rayos ultravioletas aparecieron las estructuras más simples que constituyen la base de las criaturas vivas.
“Hay que señalar, sin embargo, que de esas estructuras simples no se pasa siempre linealmente a las superiores. Por el contrario se producen saltos cualitativos que serían difíciles o imposibles de explicar si no fuera por los genes mutantes. Casi se podría afirmar que la mutación es el motor de la evolución, la cual, seguramente, habría colapsado sin la existencia de esos súbitos cambios o fallos en la secuencia de doble hélice del ADN”.
“Resumiendo” digo, “la religión habla de creación y la ciencia de explosión. La primera ofrece creencias y la segunda explicaciones o, en su defecto, hipótesis” “Así es. De esta forma la ciencia no sólo está arrinconando, o tratándolo al menos, a la religión sino también a la filosofía. Las especulaciones de cualquier signo, si no viene avaladas por el método científico, son de dudoso valor, en el caso de que se les conceda alguno.
“Es a la ciencia a quien corresponde desvelar todos los enigmas, siendo cuestionada cualquier otra aportación. Los que aún no ha solucionado, lo estarán cuando llegue su momento. Y caiga el anatema sobre la cabeza de quien se atreva a disentir. Es a la ciencia a quien corresponde hablar. El resto de los saberes debe mantenerse en un respetuoso y discreto segundo término.
“Con todo, la ciencia se ve abocada en ocasiones a recurrir a esos otros saberes para redondear una teoría o presentarla de forma coherente. Su recurso a la simbología, de la que no puede prescindir, así lo prueba.
“El que sintetiza la Evolución es uno de los símbolos de mayor riqueza de significados con que cuenta la humanidad. El árbol.
“Fue el propio Darwin quien recurrió a esta imagen para explicar gráficamente el proceso evolutivo. Y este primer esquema ha dado lugar a otro más elaborado hasta convertirse en un árbol de la vida, o lo que en las religiones y mitologías se conoce como árbol sagrado, inscribiéndose de esta manera en esa milenaria tradición que incluye la acacia de los egipcios y el Yggdrasil escandinavo (un tejo o un fresno), entre otros.
“Sin olvidar el cabalístico árbol de la vida formado por los diez Sefirot, ni el árbol Bodhi, la higuera bajo la cual Buda alcanzó la iluminación y permaneció una semana con los ojos abiertos sin parpadear.
“Este árbol de la vida, sagrado o cósmico está habitado por animales y espíritus. El de la evolución tiene también sus ramas repletas de todas las especies, las cuales conforman un armonioso conjunto. Pero árboles de la vida, no tan detallados y rigurosos como el proporcionado por la ciencia, los encontramos hasta en un recipiente de vidrio egipcio del año 1500 a.C., que es el más antiguo del mundo.
“El árbol es fundamentalmente un símbolo de la unión de arriba y abajo, del cielo, adonde eleva sus ramas, y de la tierra, en donde hunde sus raíces” “Me estaba acordando de otro de esos especímenes” digo, “el que aparece en la película Avatar, el Árbol Madre alrededor del cual viven los na’vi, esos nativos altos, azules y con cola que lo defienden a muerte. Por cierto, tiene una sugerente banda sonora con toques épicos y étnicos”.
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Reblogueó esto en Ramrock's Blogy comentado:
#Ciencia #Fé #Dogmas #Teorias #Física #BigBang #Evolución
Gracias por rebloguear el artículo completo sobre el Big Bang y el origen de la vida. Saludos cordiales.
Y nunca dejará de maravillar el hecho de pensar cómo del elemento madre-padre, primigenio, el hidrógeno, se acabó llegando a la creación del universo más sofisticada y perfecta (por la forma como está constituida y funciona): el ser humano.
El cierre de esta gran reflexión entre Emma y su interlocutor fiel es un guiño con humor que nos haces a tus lectores.
Abrazobeso siempre fiel, cariñoso y fraterno, querido maestro.
El humor no está ausente, espero, desde el principio al final de este artículo. Y la crítica tampoco. El final es una reivindicación de la simbología, de otra dimensión que escapa a los parámetros de la ciencia, pero que no por ello es menos real.
En tu comentario anterior decías una cosa a propósito del universo que me afianza en mi escepticismo. Conocemos el 5%. Nos queda por conocer el 95%. ¿El universo es algo limitado? ¿En qué basan esos cálculos para hacer semejante afirmación? ¿El universo tiene una capacidad o unas medidas exactas? ¿No es infinito? Y no me atrevo a añadir que está en expansión porque eso me parece contradictorio. En cuanto al hidrógeno primigenio ¿ha estado siempre ahí?
Todo este asunto me produce un gran desconcierto. Pero sólo soy un profano que se ha metido en camisa de once varas. Un abrazo.
Todos los aspectos que te inquietan sobre el unvierso, están estudiados ya desde el siglo antepasado y Einstein, junto con los principales físicos de la primera mitad del siglo pasado, a través de sus observaciones y cálculos matemáticos determinaron esos aspectos. Los físicos que les siguieron, entre ellos Stephen Hawking, han perfeccionado y detallado esas aseveraciones.
La otra cara de la moneda de la mecánica, la cuántica, ha aportado descubrimientos e información que están intentando explicar todos esos aspectos peculiares del microuniverso, a partir del cual se constituye el cosmos del que formamos parte (y que parecen contradecir en algunos rasgos las leyes conocidas desde Newton).
Es algo que tiene perplejos a los astrónomos. El macrounvierso y el microuniverso tienen estructuras y funcionamiento bastante disímbolos, a pesar de ser uno parte del otro.
Y la ciencia no ha dado todavía con la última palabra, por lo que sigue exponiendo teoría tras teoría. Eso es en realidad lo fabuloso de ella, que las teorías que desarrolla siempre son discutibles y perfectibles (hasta desechables por nuevas), en vez de fundarse en dogmas encajados a fuerza de imposición.
Abrazobeso grande, cariñoso y siempre fiel, frater.
¿Cómo no sentirse perplejo ante la teoría del Big Bang o los orígenes de la vida? Mi nieta, que está aprendiendo los parentescos en la escuela, lo expresaba así: «¿Pero tuvo que haber una primera abuela, ¿no?». Magnífica explicación, Antonio, y muy divertida.
Gracias, Carmen. Eso era lo que pretendía: divertir un poco. Y hacer una modesta reflexión y, sin que caiga el anatema sobre mi cabeza, cuestionar a la sacrosanta ciencia. Y eso es lo que hace tu despierta nieta cuando pregunta por la existencia de una primera abuela. Algo tiene que haber al principio.
El ser humano tiende a tomar la vida por estratos y no como una unidad. El mundo real, como lo planteas simbolicamente en un árbol, posee una unidad. Unidad sobre y en el mundo. Es una engañifa que de un fenómeno aleatorio como el big-bang, basicamente sujeto a fuerzas mecánicas y físico-químicas; se pretenda explicar la vida organica, y la capacidad córporeo-anímica del pináculo de la creación.,
De acuerdo con tu visión de este asunto. Aprecio una tiranía por parte de la ciencia y de sus representantes. Y también un terrible reduccionismo. Todo lo que no esté sancionado por la ciencia tiene escaso o ningún valor.
La teoría del Big Bang me hace gracia y me parece bastante absurda, pero no soy científico ni entiendo de estas cosas. Soy un insensato por hablar de lo que no sé. Un abrazo.