229.-El mal que el hombre inflige al hombre es el meollo de la cuestión. Nadie duda que los males naturales (enfermedades, catástrofes…) nos obligan a tomar medidas. Es decir, a defendernos y a luchar. En el caso de los males genuinamente humanos se debe proceder de igual modo, como seguramente comprenden incluso los que esgrimen teorías justificatorias. Estos males carecen de exculpación. Proporcionarles una equivale a multiplicarlos.
Negar o justificar la existencia del mal es un pésimo negocio que todos acabamos pagando, sobre todo los débiles y los desprotegidos.
Otro expediente en esta misma línea es la racionalización. De esta forma se logra vaciarlo de contenido, convertirlo en una carcasa pintoresca, en una atracción de feria, en una ilusión subjetiva adecuada para hacer chistes. Y nada más lejos de la realidad.
La racionalización, que conduce a una disolución de la esencia, es, en definitiva, una negación.
Para algunos pensadores la afirmación: “Sólo Dios es real” conlleva la irrealidad del mal. De Dios, que es bondad, no puede derivar nada malo. Pero la experiencia personal y la historia desmienten la inexistencia del mal.
¿Significa esto que Dios tolera el mal, que es incapaz de dominarlo? ¿O que la bondad divina hace agua? ¿O que la mente de algunas personas, por prejuicios, estrechez u otros motivos, no da para concebir a Dios y al mismo tiempo aceptar que el mal es también real?
Este nudo gordiano ha traído de cabeza a los filósofos que se dividen entre los que han optado por eliminar un elemento o los dos. La cuarta posibilidad, que choca con el principio de no contradicción, pero que se perfila como la más sensata, es admitir los dos. Hay, ciertamente, pensadores que han intentado compaginarlos.
Fatalmente los hilos del mal están entrelazados con los de la vida. Son la trama y la urdimbre de nuestros actos. Somos buenos y malos. Podemos ser las dos cosas. A cada uno de nosotros le toca elegir.
Por inhumano que se manifieste el mal es humano. No se trata de culpar a Dios de nuestras desdichas, ni de echar balones fuera dando patadas a diestro y siniestro, ni por supuesto de negar el mal. Se trata de saber qué actitud adoptar ante ese fenómeno del que nadie escapa.
Todos estamos expuestos no sólo a sufrir sus consecuencias sino a ser encandilados por él. Una de las alas de esa polilla mortífera es los daños, la otra es la fascinación. Y esa mariposa nocturna no deja de aletear un momento.
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Ayer leí la entrada de otro autor, en WordPress, que me dejó muy impresionado. Trata sobre el caso Wagner o Wegner, un caso de asesinato múltiple, de su familia y de una decena de convecinos. Por tanto, creo que, sin duda, cae dentro del tema de este artículo suyo, sobre el mal. En este caso, el forense dictaminó irresponsabilidad penal (la página es de un conocido psiquiatra, trata de temas relacionados con su profesión) por un tipo de locura, en 1913, en Alemania, creo. Este crimen, al parecer, se había ido gestando poco a poco, quizá incluso desde la infancia, ese Wagner, hijo de un alcohólico y su madre tampoco muy sana. Él llegó a maestro. Al parecer, unos diez años antes de su horrendo crimen, había, en estado de ebriedad, cometido un acto de zoofilia. Luego, pasando el tiempo pensó que sus convecinos, enterados todos de su acto parafílico, le criticaban y se burlaban todos de él. Decidió escribir una autobiografía, en la que planeó los asesinatos, desde cuatro años antes. Dice que mataría a su familia, por compasión, para que sus descendientes no reprodujeran sus genes malignos; y a los convecinos, por odio al sufrimiento que, en su delirante imaginación, le causaban con sus burlones comentarios. En resumen, en su mente perturbada, por locura o demonio, de un caso de parafilia y su vergüenza, acabó en lo más horrible, el quitar la vida. ¿Entendemos cómo se gestó el mal?
Todo parece consciente y premeditado (escribir una autobiografía, planear los asesinatos, las argumentaciones). Hay un fondo muy turbio en este asunto. Conozco un caso francés similar a este, en el que el hijo mató fríamente a sus padres. Y también recuerdo lo que cuenta Truman Capote en «A sangre fría».
Si lo miras desde el ángulo de quienes sufrieron las consecuencias, de quienes pagaron con su vida ese desatino, está claro que el mal ganó una sonada batalla..
No puedo analizar el comportamiento de Wagner clínicamente. Carezco de los conocimientos necesarios.
Pero sé que las justificaciones, las racionalizaciones son un pésimo negocio, sobre todo cuando se derrama sangre inocente.
La historia de Wagner, que sin duda sufría desórdenes psíquicos, suena a venganza. ¿Quién no siente deseos de ajustar cuentas? ¿A quién no le han pisado un callo?
Gracias por tu extenso e interesante comentario. Saludos cordiales.
A ti por esta sección que me hace reflexionar sobre este tema. El artículo dice que Wagner se enfadó mucho con el psiquiatra que le consideró irresponsable…Luego, en el psiquiátrico, donde escribió dramas, creyó que otro autor le había plagiado uno suyo, es decir, seguía con esa sospecha persecutoria. Afectuosos saludos.
Me gusta mucho el final de tu texto, esa metáfora del mal como mariposa o polilla de dos alas que no deja de moverlas cerca de nosotros.
Sigo profundizando, en la medida de mis escasas fuerzas intelectuales, en este peliagudo tema.
Leyendo tu comentario me he acordado de la polilla atraída por la llama de una vela, donde acaba chamuscándose, de que habla Santa Teresa. Otro caso de fascinación.
«La unidad y la lucha de los contrarios «—es el principal concepto de la existencia de la Humanidad segun los filósofos. Sin lucha no hay progreso. En realidad creo que El Mal es el plan de Díos. Que me perdones por mi atrevemiento de exponer mi punto de vista tan aparatoso.. Un abrazo.
Yo diría un punto de vista provocador.
¿Qué es para ti el progreso? ¿Sólo el avance técnico? ¿Implica también el mejoramiento moral?
No me cabe duda de que el mal, en lo que respecta a la primera opción, es un motor imparable. En los periodos bélicos es cuando más descubrimientos científicos se hace. Un abrazo.
No, no hablo del avance técnico, de ningun modo. Hablo de la existencia y del desarrollo de la Humanidad. A mi me parece que no se puede mejorar y perfeccionar lo bueno ( el mejoramiento moral) sin saber que es lo malo. ¿ Por qué el Señor nos creó así : la mitad de cada uno es buena y la otra es mala? Pues, para perfeccionarnos continuamente . ¿Tu puedes imaginar el mundo ideal y perfecto sin El Mal? ¡No puede ser! por más que quisieramos,no sobrevivirá la Humanidad sin el Mal. El Creador lo pensó muy bien todas esas cosas . Ohhhhh… Antonio , no estoy tan bien preparada e informada como tu, simplemente son mis própios conclusiones. En que estoy segura es que todo lo que tenemos en nuestro mundo es por algo y para algo …no hay errores , todo estaba bien pensado. Un beso.
Tu planteamiento me resulta convincente. Si sólo existiera lo bueno, sería el paraíso. Y es evidente que no estamos en él.
Así pues, deduces que Dios creó el mundo ofreciéndonos las dos posibilidades. O, según tus propias palabras, nos hizo la mitad buenos y la mitad malos (me parece que la proporción no es siempre la misma).
Puedo concebir un mundo ideal, angelical, en el que no nos hiciéramos la puñeta mutuamente. Todos los utopistas lo han diseñado (Platón, Tomás Moro, Campanella…). Ni siquiera pienso que tenga que ser forzosamente absurdo.
Me admiran tu sentido práctico, tu visión realista, tu positividad, tu sentido del humor. Y me sorprende gratamente tu conclusión de que todo ocurre por una razón. De ahí a afirmar que todo está rematadamente bien no hay más que un paso. Tú dices exactamente que todo está pensado.
En cualquier caso, opino que nos merecemos una buena explicación. Un abrazo.
A mis 15 años leí » La ciudad del sol» de Campanella y luego su biografía. Fue un impacto emocional tremendo.
«Estaba entero y todas las cosas eran para mí naturales y confusas, estúpidas como el aire; creía verlo todo y no veía más que la corteza. Si alguna vez te conviertes en la mitad de ti mismo, muchacho, y te lo deseo, comprenderás cosas que escapan a la normal inteligencia de los cerebros enteros. Habrás perdido la mitad de ti y del mundo, pero la mitad que quede será mil veces más profunda y valiosa. Y también tú querrás que todo esté demediado y desgarrado a tu imagen, porque belleza y sabiduría y justicia existen sólo en aquello que está hecho a trozos.» Es un fragmento de El vizconde demediado de Italo Calvino pero podría ser también la explicación de La Fuerza y el poder del lado oscuro en Star Wars.
Ahí lo dejo
Y abrazos
Muy listo era El vizconde ( en seguida voy a enterrarme de el)..».porque belleza y sabiduría y justicia existen sólo en aquello que está hecho a trozos.”
Gracias por esta cita de Italo Calvino. Al empezar a leerla pensé, en efecto, en «La guerra de las galaxias». Aquí la dejas y ahora hay que recapacitar.
Yo prefiero dejar que las palabras actúen libremente dentro de mí, que me revelen su secreto o su saber cuando lo tengan a bien. No me gusta forzarlas con interpretaciones ni explicaciones. Confío más en su intuición que en mi intelecto. Así que, de momento, esto es sólo la mitad de mi réplica. Un abrazo.
otro
Los hilos del mal están entrelazados con los de la vida, ahí me apunto, y de ese hilo estiro p
Se ha cortado….algo he hecho mal…y de ese hilo estirará mi reflexión.
¿Quién no hace algo mal? Nada pasa si se reflexiona y se rectifica. Que tengas un buen fin de semana.