244.-Incardinarnos en la propia tradición, la que nos viene dada por nacimiento y crianza, es una forma de dotar de sentido a la realidad y de mantenernos sujetos a ella para evitar la dispersión y la desintegración.
245.-Si enraizamos, es probable que encontremos respuestas a numerosas preguntas.
246.-De lo antedicho Sócrates puede ser considerado un ejemplo.
247.-Los verdaderos cambios son los interiores.
248.-Dice K.G. Dürckheim a propósito del tiro con arco: “Debía comprender que tirar con arco no era un mero ejercicio de habilidad. El objetivo no era dar en el blanco sino entregarse a un ejercicio interior que permitiese la irrupción de lo Divino”.
249.-Lo importante es el día a día. Los objetivos no deben hipotecar nuestra andadura.
250.-Encontrar la imagen divina en uno mismo. Llegar a ser lo que siempre se ha sido.
251.-Lo Absoluto, Dios, lo Divino, el Ser, el Yo Esencial, lo Transpersonal.
252.-Una virtud: la paciencia.
253.-No hay separación entre lo sagrado y lo profano. Todos los actos nos acercan o nos alejan de Dios.
254.-Dios es inmanente y trascendente. Está dentro y está fuera. Está arriba y está abajo. La fraternidad es una prueba de su presencia y de su inmediatez.
255.-Fondo y forma constituyen una unidad. Es aberrante afirmar que el fondo es bueno y la forma mala, o viceversa.
256.-Una sociedad y una religión formalistas son aquellas en las que dominan las instituciones.
257.-Una cualidad: la perseverancia.
258.-El desánimo, las excusas, las dilaciones son las piedras en las que tropezamos continuamente.
259.-Si alegamos que primero hay que resolver tales problemas o tales conflictos, nunca nos embarcaremos en las empresas que, según declaramos, nos interesan de verdad. O nos comprometemos o no nos comprometemos. El resto es palabrería.
260.-Planteado de forma radical, ante un compromiso se ofrecen dos posibilidades: abandonarlo todo o no abandonar nada. En el segundo caso no se puede hablar de implicación. En el primero la renuncia es un sacrificio excesivo.
Una tercera opción se abre en ese cruce tan divergente. Ese camino intermedio es ser lo que uno quiere ser en nuestra limitada realidad. El aprendizaje, al que van asociados los logros, consiste en intentar desatar ese nudo gordiano.
261.-Después de dar muchas vueltas, poner condiciones y consultar a las autoridades correspondientes, todo se reduce a decir sí a nuestra propia realidad.
262.-El cuerpo nos marca límites que más cuenta nos trae no sobrepasar. Sus perturbaciones nos enseñan más sobre nosotros que cualquier libro. El cuerpo es un maestro que no nos engaña y al que no podemos engañar.
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Thank you so much.
Hay un libro que se llama » El cuerpo nunca miente» y creo que es verdad. Cuando nosotros no hablamos, toma él la palabra.
«Los verdaderos cambios son los interiores». Sí, aunque a veces un cambio exterior desencadena otro interior. Y al revés.
Buena semana, Antonio
El cuerpo dice siempre la verdad. Otra cosa es que no lo escuchemos. Es también una caja de resonancia de todas las emociones, los estados de ánimo y los sentimientos. El cuerpo es un buen consejero.
Lo de los cambios lo veo como un camino unidireccional (de dentro afuera) y no está en contradicción con lo que expones. En definitiva, es el individuo quien debe cambiar.
Lo mismo te deseo en este caluroso final de septiembre.
Sí, el cuerpo marca límites, incluso los establece al virtuoso paciente y al perseverante. La falta de virtud deja señales, marca sus fronteras, el cuerpo es el territorio. Abrazos.
Me he acordado de tu entrada sobre William Burroughs. Hay territorios que resisten todas las razias y otros que sucumben rápido. Ahí luchan los ejércitos. Las virtudes y las cualidades son nuestros paladines. Que disfrutes de este fin de semana.