285.-“Hace tiempo que ese amigo tuyo no publica nada” “¿Cuál? Entre mis conocidos hay más de un autor” “El que tiene tantos libros como premios” “En efecto, desde hace al menos tres años no ha sacado nada. Los escritores tenéis rachas de esterilidad” “Nos volvemos infértiles como las tierras sobreexplotadas. A lo mejor es eso lo que le ha pasado a este”.
Prosigo: “Ese silencio me extraña porque ganaba bastante dinero con los galardones literarios, todos dotados económicamente. Los honoríficos no le interesaban”. Emma replica: “Yo tengo una explicación que puede ser interpretada como una maldad, por eso no sé…” “Por favor. A nadie le voy a ir con el cuento”.
“Tres años es el tiempo que lleva jubilado” “Eso significa que ahora tiene menos obligaciones y más disponibilidad para consagrarse a la creación” “Eso significa que ya no recoge redacciones a los alumnos”. Esa insinuación me deja pensativo. “¿Tú crees?” “No te hagas el ingenuo. Acabo de decirte que me codeo con varios representantes del gremio al que también tú perteneces” “¿Nos consideras gente “non sancta”?” “No me tires de la lengua”.
Luego me pregunta a bocajarro: “¿Acaso no es eso lo que tú haces conmigo?” “¿Qué hago yo contigo?” “Utilizar mis confidencias y mis desahogos como material. Si soy la musa de tu blog” “Exageras”.
Matizo: “Aun en el caso de que sea como dices, no hay comparación entre el supuesto comportamiento de tu amigo y el mío” “¿Cuál es la diferencia?” “Tú eres consciente de que a veces incluyo un dato o hago referencia a nuestras conversaciones. Y que conste, aunque esta precisión sea innecesaria, que no transcribo literalmente sino que recreo literariamente esos datos y referencias” “Y episodios y anécdotas y reflexiones…” “Para el carro”.
“Concedido. Soy consciente de que, cuando hablo, me expongo al pillaje” Ante mi cara de espanto se apresura a añadir: “Y no me importa” “¿Ya no recuerdas tu enfado cuando glosé una de las historias de tu hermano y tu cuñada?” “Aquello fue una reacción puntual. Y no glosaste, repetiste con pelos y señales lo que te conté”.
“Cuando se está en época de sequía, se busca agua desesperadamente” “Mi amigo no la ha encontrado todavía. El protagonista de “El ciudadano ilustre” volvió a su pueblo perdido para beber” “Sí, ese escritor guapetón al que no le faltaba un solo tic progre, fue adonde tenía que ir para recuperar la inspiración. A pesar de sus penosos discursitos, empezando por el que dio cuando recibió el Nobel, y de su rueda de prensa, en la que estrena “look”, con ocasión del recién parido libro que lo catapulta de nuevo a la fama, la película se me pasó volando. Ciertamente es muy verdadera”.
Todos los escritores tenemos algo de usurpadores de la realidad. De hecho las fuentes de donde mana la creatividad son la propia experiencia, la de otros, las creaciones de otros, y lo inventado. Y de esa miscelanea nace la creación. Somos de alguna forma la marmita donde se cuecen todos estos ingredientes… Y en este punto mi pregunta es ¿qué es la autoría? Acaso la flor del almendro reclama su parte o el mar quiere sus derechos por sus ritmos?
Un abrazo
Ya, pero la flor del almendro y las olas del mar no ponen demandas judiciales o exigen que retires una foto de tu blog.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Nuestras fuentes son las que nombras. No hay otras. Somos usurpadores, marmitas…y alquimistas que obramos la transmutación literaria. Un abrazo.
Iba a decir más o menos lo mismo que Manuel pero no de forma tan poética.
Yo me confieso una ladrona de historias solo que cada vez me da más miedo que alguien se pueda ofender y desde que tengo ese miedo escribo menos y peor.
De todas formas, lo de ese escritor tan galardonado, si es verdad lo que dice Emma, es otra cosa, se llama plagio y está fatal.
Coincido también con Manuel.
No sé si escribes menos pero peor no. De lo que se trata es exactamente de lo contrario: escribir más y mejor. Como mínimo lo segundo. Eso es lo que me digo en mis periodos de esterilidad y en mis momentos de frustración.
Añado lo de ladrones de historias a la lista de Manuel (usurpadores de la realidad, marmitas) y a mi aportación (alquimistas). Pero, desde luego, no somos plagiarios, que es una fea cosa justamente penalizada por la ley. Un abrazo.
Hasta cierto punto, los períodos de esterilidad son necesarios. Mi opinión es que un artista
Sigo, que se me ha ido el dedo…está siempre en «modo» fecundación. La máquina no para. Por dentro, sin adverirlo, la máquina trabaja. A veces pasa un año y a veces veinte. No importa. Hay fecundaciones muy lentas. Un abrazo, Antonio.
La esterilidad es un hecho necesario e inevitable. Igual que todo lo que sube baja, los depósitos se vacían y tienen que volver a llenarse. A veces la infertilidad es una consecuencia del cansancio o de la sobreexplotación.
Tu visión de este tema me parece certera. Producimos, absorbemos. Los periodos son variables. A vece esos dos procesos son simultáneos. Un abrazo.
“El hecho de que un escritor que se considere comprometido, en el sentido de solamente escribir sobre su compromiso, o es un mal escritor o es un buen escritor que va a dejar de serlo porque se está limitando, está cerrando totalmente el campo de la inmensa realidad que es el campo de la escritura y de la literatura y se está concentrando exclusivamente en una tarea que probablemente los ensayistas, los críticos y los periodistas harían mejor que él.”
Julio Cortázar
Un abrazo , Antonio.
Si he entendido bien esta cita de Cortázar, que era un autor muy imaginativo, cita que me parece un poco confusa, quiere decir que el escritor debe comprometerse consigo mismo, con su propio ámbito de creación, que no debe meterse en camisa de once varas. Otros temas lo desbordarán y son, además, la especialidad de sociólogos, historiadores o periodistas, los cuales pueden hablar más y mejor al respecto. ¿Es eso? Un abrazo.
Lo he entendido un poco de otra manera…no importa..la razón la llevas tu☺un beso.
A veces los sentimientos de tristeza se interponen entre la creación y la esterilidad, pero algunos escritores escriben mejor cuando atraviesan por uno de esos lapsos. El alma se expresa de una forma más sincera y genuina, aunque concuerdo en que, en ocasiones, unas frases aquí y allá sirven como detonantes para grandes escritos
La tristeza y la esterilidad no son sinónimos. En efecto, la inspiración puede avivarse en los periodos de melancolía y se pueden escribir hermosos poemas, por ejemplo.
Gracias por tu comentario y saludos cordiales.