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Casa en un olivar

 

 

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Bifurcación

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Olivos

Estos árboles transmiten paz y fuerza. Los malos humores, las turbiedades, las emisiones tóxicas se disipan cuando uno pasea por un olivar poblado de longevos moradores. Olivos tutelares, terapéuticos. Elegidos por la paloma para marcar el término del diluvio universal.
Los olivos son cruces de variadas formas y tamaños. Su aceite alimenta e ilumina. Árboles sagrados que restituyen la serenidad y el equilibrio. Viejos y robustos compañeros de troncos retorcidos, rajados, abiertos como dos alas desplegadas, como los tableros de un díptico, como un libro. Mostrando sus profundas grietas, sus nudosidades, sus huecos, sus estrías, sus irregularidades, sus vicisitudes, la historia de su vida. Rezumando a veces una fragante resina.
El corazón del olivo es cálido. Su ancha copa, su ramaje disperso están envueltos en una nube clara y protectora de un verde gris plateado que cambia de tonalidad con la brisa, más verde, más ceniza, más plata.
Sabios amigos que acogen benévolamente a sus huéspedes, y les ofrecen la lección de sus troncos retorcidos, rajados, abiertos como dos alas…

Fuentes

Manantiales que brotan de la tierra. Corrientes subterráneas de agua que en un lugar determinado afloran. Como la famosa fuente Castalia, frecuentada por las Musas cuya madre es la Memoria. Pero aunque se trate de la más discreta y callada, su encanto no es menor.
Desde siempre el ser humano ha sacralizado a estas benefactoras. Al igual que los olivos, las fuentes curan también. Son sanadoras y fecundadoras.
En los tórridos días de verano su agua fresca es un don impagable. En invierno, recubiertas por una capa de hielo, se asemejan a un gigantesco diamante bajo el que siguen fluyendo rumorosas. En cualquier época de año son un regalo para la vista y para el oído.
El servicio fundamental que prestan es apagar la sed, necesidad primaria más urgente que el hambre. Poéticamente un servicio destacado es propiciar la inspiración. Las fuentes son una reminiscencia paradisíaca y un adelanto de la gloria futura.
Un manantial seco o cegado es un retroceso, un empobrecimiento. Una fuente viva es uno de los símbolos más adecuados del alma

 

Al lado de la fuente: http://gerenadiario.blogspot.com.es/2009/05/dime-un-poema-al-lado-de-la-fuente.html

 

 

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