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Buscando mi camino,
buscándolo en silencio
como un monje obcecado.
Buscando mi silencio
entre tanto barullo
de voces discordantes.
Buscando pertinaz
un sendero, un atajo
que me lleve derecho
al centro palpitante
que cobija mi pecho.
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El ritmo del poema parece un sereno sendero. ¡Cuántas amables afinidades que nos aproximan en la Universalidad de los Tiempos!.
Lo es. El poema, conjunción de ritmo e imagen, es un tramo del sendero.
El tema del poema precioso, Antonio.
Es el tema del origen, del centro, del, por emplear un presuntuoso cultismo, ónfalo. El lugar donde nos constituimos, donde somos.
Aquí repito pero esta vez con mi encantadora Ana…
He encontrado de esta bella aria la versión de Lucevan Le Stelle y Pavarotti, que añado a las anteriores:
Antonio es precioso el poema, me encanta.
Muchas gracias, Junior. Un abrazo.
¡Más impresionante la voz de Pavarotti que la de Roberto, sin dudas!, que hermosura tener » El Alma millonaria».
Esa permanente búsqueda de la recogida paz en nuestro corazón. Deliciosos heptasílabos, bardo.
Abrazobeso grande y fraterno.
Y esa paz ¿es de este mundo? Un abrazo
Todo parece indicar que en éste, no.
Abrazobeso fraternalmente cariñoso, Antonio.
¿Quién sabe? Al menos podemos tener atisbos, breves destellos que alimentan la esperanza. Que tengas un buen fin de semana. Un abrazo.
Y sólo atisbos, por la imperfección de esta parte de la realidad que hacen inviable a la paz, por ser un estadío de perfección. Descansando fin de semana, bardo. Abrazobeso enorme.
Muchos nos encontramos buscando también algo 🙂
Si nos ponemos, seguro que lo encontramos dentro de nosotros mismos. Saludos cordiales.