224.-Me pregunta Emma: “¿Sabes cómo se hacen los descubrimientos?” “¿Cuáles?” “Los científicos, los artísticos” “Nunca me he planteado esa cuestión” “Yo sí”.
Me quedo mirándola expectante. En vista de que ha callado, la animo a seguir hablando. “No se hacen a través de la lógica ni de la razón” “De la razón lógica” “Me he expresado con propiedad: de ninguna lógica ni de ninguna razón. Los caminos trillados no conducen a ningún hallazgo realmente novedoso sino a resultados probables, los cuales constituyen aportaciones importantes desde luego.
“No me estoy refiriendo a la raciocinación. La capacidad deductiva y el conocimiento de los datos son presupuestos ineludibles para el trabajo intelectual, sea de la clase que sea. Eso está admitido. Sabemos asimismo que la modorra de la razón engendra monstruos.
“Pero las grandes ideas que desvelan horizontes insospechados no germinan en esa tierra. Visualizo la lógica y la razón como líneas verticales y horizontales que se entrecruzan formando una cuadrícula o una rejilla que nos aprisiona.
“Para que se produzca un descubrimiento genuino hay que liberarse de esas coordenadas. No es la verticalidad y la horizontalidad las que lo propician sino la oblicuidad y la lateralidad. Ambas son esguinces que con gallardía realiza la mente. Es de esta forma como se consigue escapar y abrir una nueva vía”.
“¿Y ese movimiento oblicuo o lateral es voluntario o tienen que darse unas condiciones determinadas?” pregunto. “Esos movimientos, como tú los has llamado, o quiebros son el producto de vislumbres intuitivos y oníricos. Es en el terreno de la intuición y de los sueños donde salta la chispa de la genialidad.
“Ese material incongruente y surrealista es el caldo de cultivo donde surgen las grandes ideas. En ese magma la lógica y la razón pintan poco o nada.
“Posteriormente hay que objetivar y elaborar esos atisbos para extraer de ellos todas sus consecuencias, las cuales deben ser contrastadas y sometidas a los análisis pertinentes y a la piedra de toque de la crítica.
“Partimos de la base de que uno domina el área de conocimiento correspondiente. Yo, que nunca he puesto los pies en un laboratorio, no voy a descubrir ningún elemento químico desconocido hasta este momento.
“Pero es en esa parte oculta de la mente, la que no se deja acotar mediante coordenadas, la que se manifiesta a través de la intuición y los sueños, donde se hallan las claves o las luces capaces de iluminar parcelas inéditas de las ciencias y de las artes. O simplemente de la realidad”.
“Las personas que proceden de esa manera” replico, “corren el riesgo, me temo, de que las tomen por chifladas” “Muchas de ellas son, en efecto, especiales. No son como el común de los mortales. Es posible incluso que abunden los “borderlines”. Pero son ellas, en todos los ámbitos, las que mantienen viva la llama de la creación.
“La mayoría de nosotros estamos atrapados en la red geométrica como peces moribundos, atravesados por los ejes cartesianos como mariposas clavadas con alfileres. La libertad y la inventiva exigen una huida en diagonal”.
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Estoy muy de acuerdo y me ha gustado de forma especial el último párrafo. Lo malo es que la huida en diagonal a veces implica sufrimiento o incomprensión. Pero eso sería otro tema para debatir con Emma.
Sin duda. Por salir de la cuadrícula, por crear, se paga un precio. Ocurre también que no se puede renunciar a esa aspiración. O la asumes o pagas también un precio. Así que la cuestión radica en cuál de los dos montantes es el más elevado.
Le plantearemos esta peliaguda cuestión a Emma, seguro que arroja alguna luz.
Me gustará mucho leer su opinión
Me ha gustado mucho tu post. Al hilo de la cuestión, en la serie documental «Cosmos: A space-time odyssey» se muestran muchos ejemplos donde grandes científicos dan con el quid de la cuestión que lleva tiempo quebrándoles la cabeza en un sueño. Por otro lado, ese sueño revelador me ha recordado a la intuición cartesiana que aparece cuando divides un problema en partes cada vez más pequeñas hasta que aparecen en tu mente como «intuitivamente» verdaderas. A partir de ahí comienzas a construir de nuevo la idea original mediante la lógica.
Gracias, Guido. Has expuesto bien ese proceso que se desencadena con un sueño o una intuición, las cuales visualizo como puertas que se abren y te permiten descubrir lo que hay detrás.
Creo que es así en las ciencias y en las artes.
-El enemigo principal de la creatividad es el sentido común.-Pablo Picasso
Curiosidad y no tener miedo a estar equivocado ,ridículo o fracasado, creo que son las claves de la gente creativa. Muy buenas reflexiones , como siempre. Un abrazo.
El sentido común es bueno para la vida diaria pero no para la creativa que requiere menos cautela. Estoy de acuerdo contigo. El miedo al ridículo o al fracaso o a ambos, o sencillamente el miedo, nos ata de pies y manos y nos impide caminar libremente.
Gracias por la valoración que haces de mi artículo. Que descanses.