IV
Sigo andando por esa calleja curvilínea,
calleja de los sueños,
donde mana la vida
en un punto concreto,
donde está la salida
del mundo rutinario,
donde el júbilo anida
cual ave de los trópicos
cuyas plumas se irisan
con la luz matinal, con la luz vespertina.
Anteo (IV)
enero 8, 2020 por Antonio Pavón Leal
Es una suerte tener esos callejones por los que salir a otros mundos.
Bello poema
Gracias, Paloma. Todos deberíamos tener un lugar secreto: una calleja, un jardín, una habitación con vistas, donde no sufriésemos interferencias, donde fuésemos nosotros mismos. Ser uno mismo en plena libertad e inocencia es la felicidad.
Este poema podrìa ser uno de esos lugares. Gracias, Antoni9. Un abrazo.
La poesía es un refugio seguro. Gracias por considerar que este poema reúne las condiciones de autenticidad requeridas. Un abrazo.
Y no la pierdas nunca esa calleja curvilinea que te lleva a…» un punto concreto,
donde está la salida
del mundo rutinario»… Un abrazo y Feliz Año, Antonio.
Ese es el problema: con frecuencia perdemos o abandonamos irreflexivamente nuestros lugares secretos, en mi caso, esa calleja en arco de ballesta, y caemos en la apatía o la compulsión.
Que en 2020 soslayemos ambos peligros.
Espero que los Reyes Magos se hayan portado bien contigo. Un abrazo, el primero del año.