51
Carmíneas, blancas,
enarbola la jara
sus oriflamas.
52
En fragantes oleadas
el brezo anega
ribazos y vaguadas.
53
En su atalaya,
el vigía las sombras
ve cómo avanzan.
54
Véspero fulge
por llanadas y alcores,
entre dos luces.
marzo 11, 2020 por Antonio Pavón Leal
51
Carmíneas, blancas,
enarbola la jara
sus oriflamas.
52
En fragantes oleadas
el brezo anega
ribazos y vaguadas.
53
En su atalaya,
el vigía las sombras
ve cómo avanzan.
54
Véspero fulge
por llanadas y alcores,
entre dos luces.
Me han hecho trabajar mucho tus pequeños poemas buscando la traducción de las palabras que no se usan muy a menudo.Gracias. Un beso
He tratado de afinar lo más posible, de condensar en pocas palabras una experiencia estética.
La brevedad exige un mayor esfuerzo de comprensión y de interpretación. Lo prolijo te lo da todo masticado, es más aburrido. Un abrazo.
Bravo Antonio, has sabido darle ese toque de cultura en el léxico y encima con rima.
Me encanta!
Gracias, Yvonne. La rima es la música explícita de los poemas, que se caracterizan porque siempre la tienen de una u otra forma. Pero ¿qué te voy a contar? Buen fin de semana.
¡¡Karay’s, Antonio!! Al pulso del resurgir de tan níveos pimpollos… te brotó una elegante secuencia de haikus…
Gracias, Al. Yo los llamo pequeños poemas porque no se ajustan a la estricta métrica de los haikus, pero ciertamente estas composiciones están en la misma línea. Buen fin de semana.
Pues contando las sílabas de cada estrofa y una vez éstas compiladas en triadas… a mí sí me pareció que se ajustaban prácticamente ex profeso.
Igual ‘me sobré’ al pasar por alto algún diptongo… (XD!)
De los cuatro poemas, todos menos el 52 se ajustan a las medidas silábicas del haiku (5-7-5). Y el tema es la naturaleza.
Me precipité en mi anterior réplica. Por fortuna hay lectores perspicaces.
¡Cualquier día de estos os emulo a los más duchos en jardinería poética sembrando estructuras silábicas a golpe de calculadora ‘made-in-Japan’, Antonio! (XD!)
Ya hemos comentado otras veces el tema de tus pequeños poemas, el haiku está ahí, sí, o al menos aproximándose mucho, por las características que tú mismo defines, pero tu aportación es la rima y la cadencia generosa de los versos, y eso los encuadra en una lírica de tradición popular. Gozo mucho con su lectura. Un abrazo, Antonio.
No sabes la alegría que me dan tus palabras en estos tiempos del cólera, que diría el maestro colombiano. A este tema (en su caso a la peste del insomnio) dedicó un pasaje en «Cien años de soledad».
Suscribo tu comentario de principio a fin.
Lo de la alegría se refería sobre todo al hecho de que gozaras con la lectura de estos poemas. Un abrazo.