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Posts Tagged ‘estoicos’

192.-Emma está viendo una serie sobre el origen del universo y de la vida en la televisión. Entre cáustica y satírica me habla de ella. La teoría del Big Bang en concreto le produce una perplejidad que la altera.

“Es una tesis fantástica, no en el sentido de extraordinaria sino de fantasiosa. Al principio tuvo lugar una gran explosión que fue el principio de todo, de la que ha nacido nuestro universo. ¿Y antes de esa explosión qué había?” “Supongo que nada”.

“Tú conoces el principio metafísico atribuido a Parménides que en latín reza: ex nihilo nihil fit. Sólo a Dios es posible crear de la nada. Y aquí Dios está descartado” “Entonces algo tendría que haber para que esa explosión pudiera suceder” “Por supuesto. Sin leña u otro combustible no hay fuego. Algo tiene que arder para que las llamas iluminen la oscuridad” “¿Y qué había?”.

“Un estado de alta densidad que tras el chupinazo fue expandiéndose” “Suena tan enigmático como el misterio de Santísima Trinidad” “Pues sí, antes había un estado altamente denso y caliente. Luego vino la explosión que, al parecer, tampoco es tal. Quiero decir que todo el mundo piensa en el estallido de una bomba. Y no fue así. Lo que hubo fue una singularidad seguida de una expansión, que todavía hoy continúa” “¿Hubo una contracción y una dilatación de ese estado altamente denso y caliente, que no hay que confundir con la materia, pues ni esta ni el tiempo existían antes de ese fenómeno al que seguiré llamando Big Bang?” “Algo así. Hay pruebas de que ese hecho es cierto. Lo demuestran los rastros de helio y la radiación en los espacios interestales, que sólo pueden ser debidos a esa detonación fundacional.

“Todo esto ha permitido datar la edad del universo con precisión: trece mil ochocientos millones de años. En el programa presentaban un calendario donde se especificaban las fechas más importantes de la Evolución a partir del día D”.

“La teoría del Big Bang” replico “no me parece especialmente original. Si regresamos a la Grecia clásica, en donde siempre acabamos recalando, tenemos a los estoicos que proponían también una conflagración universal con la que se cerraba un ciclo e inauguraba otro en el que se calcaba el anterior y así ad infinitum” “El eterno retorno, que a mí me acongoja.

“El Big Bang es algo semejante con la diferencia de que sólo ocurre una vez y al principio, pero las consecuencias son similares. En ambos casos se pone en marcha el proceso de la Evolución que para los estoicos se repite cíclicamente.

“El presentador del programa no hizo ninguna alusión a esa escuela filosófica, pero, como si no quisiera quedarse atrás a la hora de especular, propuso un sinnúmero de universos que ya no tengo claro si nacen todos del mismo Big Bang o cada uno tiene el suyo.

“Y nos mostró una imagen que me recordó la piscina de bolas de colores con la que tanto disfrutan los niños. La de la serie era mucho más grande. En realidad infinita” “Cuesta concebir semejante piscina” “Si nos atenemos al argumento ontológico, es un intento descarado de jubilar a Dios. Esa infinitud de universos ocuparía su lugar. Nada más grande que eso podemos pensar. Y esa piscina no la plantean como idea sino como algo real. Por lo tanto existe”.

“Incluso teniendo en cuenta los datos científicos, la teoría de Big Bang y ese estanque ilimitado requieren una dosis de fe que nada tiene que envidiar a la exigida por los dogmas religiosos” “Pues te sigo contando o disparatando porque, como ya sabes, yo no soy una especialista en este tema ni en ningún otro, sino una simple observadora que se hace algunas preguntas.

“Con esa morrocotuda explosión, aparte de surgir el tiempo (es a partir de ese momento cuando empezamos a medirlo), aparecieron también todos los elementos de la tabla periódica, tanto los que conocemos como los que se irán descubriendo hasta completarla.

 

 

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108.-Ataraxia quiere decir “ausencia de turbación”, es decir, tranquilidad de ánimo. Es seguramente lo máximo a que puede aspirar el común de los mortales, aquellos que no están dotados de una voluntad y unas cualidades que les permitan acceder a estadios propiamente espirituales.

Ni que decir tiene que esa imperturbabilidad recomendada por epicúreos, estoicos o budistas no está tampoco al alcance de cualquiera, pero se trata al menos de un objetivo cuya consecución no se ve, de entrada, como un imposible. Aunque los logros sólo sean parciales, es una oferta vital válida, sensata, así que merece la pena intentarlo, comprometerse.

Aquel cuyo ideal es la ataraxia desea vivir tranquilo, centrado en sí mismo, ajeno a los embelecos que enajenan al hombre y lo convierten en un pelele de sus ambiciones y sus placeres.

Lo de vivir tranquilo es una conclusión a la que no sólo llegó Epicuro. Generación tras generación numerosos seres humanos, por su propia cuenta, dejando a un lado las propuestas religiosas, han comprobado que es la única opción generadora de paz. Y más no se puede pedir.

Si el ánimo se aquieta, cuanto más mejor, si no nos acosan los deseos y las expectativas, si mantenemos la distancia, si conservamos la calma, estamos en el buen camino. No por supuesto en el de la inhibición o la indiferencia sino en el de una lúcida apreciación de los hechos.

El sosiego es una consecuencia de ese modo vivencial. Si una persona es presa de la inquietud, no digamos de las preocupaciones, por más que se aplique a buscar la felicidad, nunca la encontrará o sólo disfrutará de breves episodios, que luego añorará y que intentará vanamente reproducir obviando que su vida es un campo sembrado de minas, de forma que raro es avanzar y no pisar una.

Cuando suena la música de Salinas, “el aire se serena y viste de hermosura y luz no usada”, consigna fray Luis de León en la Oda III. En el caso de los seres humanos, para conseguir ese mismo efecto, tienen que desmarcarse de los espejismos y las apetencias, ceñirse a los placeres naturales y necesarios según Epicuro, llevar una vida retirada que no significa emboscarse o irse a vivir al desierto, vida retirada que también cantó fray Luis de León en otra famosa oda.

De este poema, que es un compendio de precisas indicaciones para alcanzar la ataraxia, entresacamos esta lira:

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

 

 

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