Estimados lectores,
En nombre de la familia de Antonio Pavón Leal, lamentamos comunicarles que el mes pasado, el día 1 de mayo de 2020, falleció a la edad de 65 años nuestro querido esposo y padre, tras un cáncer.
Queremos igualmente agradecerles el aporte que Ustedes han representado para la vida y obra de Antonio, quien se mantuvo atento y diligente hasta el final de sus días, en la que fue su mayor vocación, la escritura. Os consideramos sus amigos y compañeros de viaje.
El sepulcro, donde Antonio descansa ahora en paz, se encuentra en el cementerio de su pueblo natal, Gerena, en la provincia de Sevilla y reza su lápida un poema de Juan Ramón Jiménez,
“… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco…”.
Hoy, Antonio ya no está entre nosotros, pero El Bosque Silencioso se queda, tal vez más en silencio que nunca, pero invitando en ese silencio a todo viajero a adentrarse en él, a pasear por él, reflexionar, observar, disfrutar…, tal y como nuestro querido escritor hubiera querido.
Ayer, la gracia y el misterio de la escritura unió a Antonio con todos sus lectores, a miles de kilómetros de distancia y hoy, El Bosque Silencioso guarda parte de su esencia eternamente.
Mañana, seguiremos recordando a una persona con una sensibilidad especial, honesta, erudita, afable, creativa, intelectual, observadora, y aprendiendo de su literatura, de su ejemplo. Viajaste valiente dentro de ti y recogiste piedras preciosas pulidas con tu manera única de observar y entender la vida y las compartiste con todos nosotros, a través de tu literatura. Gracias por tu legado.
Su esposa, María de los Ángeles, hijos Néstor, Horacio y Gabriel, lo quieren y ruegan a sus lectores, a los que consideramos sus amigos, una oración por su alma.